La Habana, 12 mar (RHC) El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, instó a desterrar la mentalidad importadora de la industria alimentaria para dar paso a la innovación y a la eficiente explotación de las potencialidades del país.
Durante su intervención, que sirvió de clausura a la reunión en la que se analizó el desarrollo de ese sector durante 2019 y las proyecciones estratégicas para 2020, exhortó a crear condiciones para aumentar las capacidades exportables de la nación lo mismo con la identificación de nuevos rubros que en la recuperación de otros.
Cualquier negocio de inversión extranjera, por ejemplo, debe tener también consigo beneficios asociados a la exportación, consideró.
Asimismo, estimó que los mercados de destino de los bienes cubanos deben ser diversificados, y apuntó que deben ser perfeccionados los mecanismos relacionados con la inocuidad y la calidad de los alimentos identificados para la venta al extranjero.
Díaz-Canel abogó igualmente por aumentar las capacidades fabriles del país, por el fortalecimiento de las cadenas productivas, por la modernización de la industria e instó a una mayor estabilidad en la compra de las materias primas de las que la nación se abastece.
Las restricciones por las que hoy padece Cuba en relación al suministro de combustible a causa de la entronización del bloqueo de Estados Unidos también fueron mencionadas por el presidente cuando sugirió que la industria alimentaria cubana debe encontrar alternativas energéticas que tributen a su funcionamiento.
En este acápite, reveló que podrían ser empleadas fuentes fotovoltaicas o el biogás a partir del aprovechamiento de los residuos industriales.
Dentro de las proyecciones de trabajo del ministerio de la Industria Alimentaria para el corto plazo se priorizan, entre otras, directrices tales como el incremento de la producción de alimentos con destino a la población y la inocuidad y calidad de las elaboraciones.
Asimismo, son ejes fundamentales de trabajo la inversión extranjera y la colaboración internacional como fuente de financiamiento para el desarrollo, y el incremento de la diversificación de las ventas al extranjero y la sustitución de importaciones.
Los asistentes a la reunión debatieron fundamentalmente acerca de cómo incrementar la elaboración industrial de alimentos en Cuba y de la política de importación de productos manufacturados.
El ministro del ramo, Manuel Sobrino, consideró por su parte que las ofertas para el mercado interno además de multiplicarse pueden mejorar en calidad y que existen nichos exportables aun sin explorar.(Fuente:PL)