La Habana, 5 jul (RHC) Cuando Cuba entera ya está de lleno en la recuperación tras la epidemia de la COVID-19 — algunas provincias en fase uno y otras en la dos—, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, hizo un llamado a “continuar trabajando con todo rigor, con toda exigencia, sin menospreciar ninguno de los elementos y decisiones que se han tomado”.
Al encabezar, junto al Primer Ministro, Manuel Marrero, la última reunión de esta semana del grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus, el Jefe de Estado señaló que “cada vez que cometemos un error o cuando no se siguen con rigor algunas de las indicaciones y protocolos que están planteados y en aplicación, eso siempre nos provoca el surgimiento de un grupo de casos y una trasmisión local, que implica más seguimiento en determinadas situaciones”.
El mandatario también destacó los estudios que a nivel internacional revelan que el virus está teniendo nuevas cepas, que son más infecciosas. La Organización Mundial de la Salud -OMS-, está alertando que puede haber más propagación y eso en la situación en que nosotros estamos hoy y en el avance que vamos teniendo en cada una de las fases de la recuperación, exige que se continúe trabajando con disciplina, recalcó.
Díaz-Canel hizo referencia a un grupo de aspectos que hay que seguir tomando en cuenta en esta etapa que vive la nación, como el fortalecimiento del pesquisaje y el autopesquisaje; además de la filosofía de tratar a la persona que llega enferma a una institución médica como si tuviera la COVID1-19, hasta que se demuestre que puede ser otro padecimiento.
Se tienen que aplicar en todas las provincias y territorios, aclaró, los indicadores epidemiológicos que se han aprobado para cada una de las etapas. “Eso no se puede violar y hay que transparentarlo en cada una de las informaciones que se dan a la población”, enfatizó el mandatario.
Entre varias puntualizaciones dirigidas al grupo temporal de trabajo y los gobernadores, el Presidente de la República habló del “continuar con el procedimiento para reforzar el control epidemiológico en frontera, en una primera etapa con la toma de muestras de PCR, porque ya vamos a tener más afluencia”.
Asimismo, dijo, seguir fortaleciendo los recursos humanos y la infraestructura para la atención médica en la planta hotelera del país, particularmente en las instalaciones de los cayos, por donde primero se abre al turismo internacional.
El Jefe de Estado comentó acerca de la implementación del procedimiento del periodo de cuarentena para los viajeros cubanos e inmigrantes, a partir de la fase tres. Eso implica, agregó, que se deben determinar los hospitales que se van a quedar en el manejo de la COVID-19 y los centros destinados a sospechosos, contactos y viajeros, que permanecerán y deben estar certificados todos por el Ministerio de Salud Pública.
Con una visión más a futuro, Díaz-Canel indicó continuar el trabajo para fortalecer las unidades de cuidados intensivos, con todas las experiencias que hemos tenido y con las que nos están aportando las brigadas médicas que van regresando.
De la misma manera, añadió, hay que seguir el proyecto de producción de equipos de ventilación pulmonar y otros medios, por la industria nacional y BIOCUBAFARMA; la aplicación de los avances en la tecnología SUMA con relación al diagnóstico de la COVID-19; y la atención a los protocolos de terapias regenerativas para el tratamiento a los pacientes con enfermedades que son secuelas de ese peligroso virus.
El Presidente de la República precisó que debe proseguir el desarrollo de los candidatos vacunales específicos para la COVID-19 y la actualización de los resultados finales de la aplicación en los pacientes con SARS-Cov-2 del anticuerpo monoclonal anti-CD6, el péptido CIGB-258 y el Heberferón.
De esos retos que quedan por delante, señaló el fortalecimiento de la atención primaria de Salud, sobre todo el tratamiento diferenciado a los grupos vulnerables; el estricto cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias en todas las fases y de la pesquisa activa, “que es uno de los elementos que más seguridad nos da en todo este enfrentamiento”; y mantener los estudios aleatorios para detectar casos asintomáticos.
En esta reunión desde el Palacio de la Revolución rindieron cuenta nuevamente las provincias de La Habana y Matanzas, ambas en la primera fase de la recuperación, aunque en momentos diferentes; así como Granma y Holguín, con trabajos más consolidados y que transitan la segunda fase sin alteraciones en la situación epidemiológica de sus territorios.
Las autoridades de cada uno de esos consejos de defensa provinciales detallaron las medidas tomadas como parte de la desescalada gradual. Particularmente la vicegobernadora de la capital, Yanet Hernández Pérez, informó que La Habana sigue cumpliendo los indicadores establecidos por Salud Pública.
La tasa de incidencia en la provincia, detalló, disminuye a 2,58 por cada 100 mil habitantes en los últimos quince días; el índice reproductivo es de 0,61; existen 45 casos activos, que representan el 3,44% del total; los positivos con fuente de infección conocida están al 92,7%; y mantenemos un evento abierto de transmisión en Centro Habana.
Al respecto de la capital y luego de conocer que quedan varias muestras PCR por saber sus resultados en Cuatro Caminos y el Cerro, los dos focos que están generando casos actualmente, el Primer Ministro apuntó que hay que estar preparados para, si se mantiene algún evento de transmisión, aplicar la cuarentena donde corresponda y así el resto de la provincia puede seguir funcionando con normalidad.
Tenemos que ser muy estrictos, destacó, con todos los lugares donde nos vayan saliendo casos concentrados; y las pesquisas tienen que ser ahora más profundas que nunca, insistió.
La clave, se concluyó en la reunión, es mantener el rigor que ha llevado a la victoria en el enfrentamiento a la epidemia. Los números que informó este sábado el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, dan cuenta de lo que Cuba ha logrado con disciplina y constancia: de los 2 369 pacientes diagnosticados con la enfermedad, se mantienen confirmados solo 54, de ellos el 96,3% con una evolución clínica estable.
En la mayor de las Antillas se ha tenido que lamentar la muerte de 86 personas, pero también se ha festejado la vida de 2 227 pacientes, ya totalmente fuera de peligro. Ahí radica el éxito. (Fuente: ACN).