La Habana, 5 nov (RHC) Como una fortaleza para el aprendizaje y el enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba, catalogó al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante el más reciente encuentro, realizado en el Palacio de la Revolución, con el grupo de expertos y científicos que, en el transcurso de todos estos meses, ha participado directamente en el desafío a la enfermedad en el país.
Durante la sesión de trabajo, donde también participaron el primer ministro, Manuel Marrero Cruz; el viceprimer ministro, Roberto Morales Ojeda, y el titular de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, se realizó una actualización acerca de las principales actividades de investigación e innovación relacionadas con el nuevo coronavirus, que se han desarrollado en el IPK.
La doctora María Guadalupe Guzmán Tirado, presidenta del Consejo Científico y jefa del Centro de Investigación, Diagnóstico y Referencia (CIDR) del Instituto, al referirse al diagnóstico molecular de la COVID-19, que se ha llevado a cabo en dichas instalaciones, comentó cómo ha ido creciendo, en la Mayor de las Antillas, la capacidad de diagnóstico de pcr, con el significativo incremento de laboratorios para el análisis de las muestras.
Al principio de la epidemia, recordó, estos estudios solo se realizaban en el IPK, y las pruebas no superaban las cien diarias. En estos momentos las cifras, de manera general, sobrepasan las 8 000. Particularmente sobre el IPK, detalló que, hasta el pasado 30 de octubre, en sus laboratorios se habían hecho casi 300 000 determinaciones.
De igual manera, al IPK le ha correspondido una importante misión en el control de la calidad de los nuevos laboratorios de biología molecular que se han ido habilitando, hasta sumar 17, donde, mayoritariamente, es joven la fuerza laboral que se ha integrado a ellos.
Dentro de los varios servicios científico-técnicos que, desde sus instalaciones, se ofrecen, la investigadora destacó que los reactivos, los insumos y los equipos que han entrado al país y se están usando, han sido evaluados en los diferentes lugares, también, como parte de la acuciosa labor de acompañamiento que durante estos meses ha realizado el IPK.
Señaló las acciones llevadas a cabo como parte de la evaluación de los medios de transporte para las muestras de pcr (hisopos) y otras que se han desarrollado en el país, lo que nos concede soberanía desde el punto de vista de los insumos.
La doctora Sonia Resik Aguirre, jefa de Virología del IPK, consideró que «la nueva red de laboratorios es una potencialidad y nos muestra un nivel de preparación mucho más elevado frente a cualquier enfermedad que el país pueda combatir».
Indiscutiblemente, el enfrentamiento a la epidemia ha sido una «oportunidad para los jóvenes y también para las mujeres que hoy se encuentran a la vanguardia en el campo científico».
Como otra línea de trabajo, Guzmán Tirado actualizó sobre la evaluación de sistemas para determinar la presencia de anticuerpos al Sars-cov-2, como parte de lo cual, en el Centro de Inmunoensayo se han desarrollado estuches de igm y antitotal, que han dado resultados de sensibilidad y especificidad muy buenos.
Destacó la caracterización realizada sobre la respuesta inmune de las personas al virus, tanto en pacientes sintomáticos como asintomáticos. «Esto tiene gran importancia, tanto desde el punto de vista del conocimiento de la enfermedad, como del desarrollo de vacunas».
Sobre las investigaciones inmunológicas, genéticas y epigenéticas, refirió la búsqueda de marcadores que indiquen qué paciente puede agravarse, un detalle que resulta muy útil para aplicar los protocolos médicos con inmediatez y mayor precisión.
En medio de todo eso, dijo, resulta inevitable hablar del virus y de los estudios que, para obtener información genética sobre él, se han realizado. «Ello resulta de vital importancia para el diagnóstico de vacunas antivirales», aseguró.
Finalmente, comentó acerca de un estudio epidemiológico realizado de conjunto con diferentes instituciones del país, enfocado en la infección asintomática durante la primera etapa en La Habana. Los resultados obtenidos, subrayó, son de gran valor, no solo para conocer cómo se comporta este fenómeno, sino también para diseñar otras investigaciones y adoptar decisiones oportunas.
Entre marzo y junio, especificó, en la capital se reportaron 1 287 casos confirmados, de los cuales el 58 % resultó ser asintomático. Para llevar a cabo este estudio, refirió, se tuvieron en cuenta solo los pacientes autóctonos, que se dividieron en dos grupos: de una parte los que no sabían dónde se habían contagiado con el virus, y de la otra, los que sí tenían clara la fuente de infección.
De las personas infectadas, especificó, 992 no generaron casos secundarios, en lo cual deben haber influido mucho las medidas adoptadas para la contención y aislamiento que se pusieron en práctica.
Al referirse a eventos de supercontagio que han ocurrido en La Habana, detalló que fueron originados por casos sintomáticos bajo condiciones específicas como entornos cerrados, instituciones, aglomeración de personas o el no cumplimiento del distanciamiento físico. «Eso habla de la necesidad de mantener las medidas sin importar cuál sea el comportamiento del escenario epidemiológico».
Como una de las fortalezas dejadas por el enfrentamiento a la COVID-19 en el país, el doctor Manuel Romero Placeres, director del IPK, destacó cómo se ha consolidado la integración del trabajo entre las diferentes instituciones científicas, lo cual ha permitido resultados mucho más sólidos.
Lo que ha hecho el IPK, valoró el Presidente Díaz-Canel, nos ratifica uno de los conceptos con que hemos trabajado en el enfrentamiento a la enfermedad, que no fue solo para aprender, también nos ha dado fortalezas y nos ha preparado mejor para otro tipo de eventos como este.
Más allá de las salidas que hemos encontrado en lo referido a la teoría y a la práctica, estos meses nos han dejado la satisfacción de cómo vemos que las personas se van comprometiendo y responsabilizando, porque en medio de los momentos más duros, también somos capaces de crecernos y de aportar, expreso.