La Habana, 24 dic (RHC) «Ustedes llegan en momentos en que el país está perfeccionando sus protocolos de actuación en tiempos en que se incrementa el número de viajeros que vienen del exterior, y es muy importante la responsabilidad familiar», comentó el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al darle la bienvenida a la brigada del contingente Henry Reeve, que combatió la COVID-19 en Sierra Leona.
El grupo de 16 colaboradores laboró en esa nación desde el pasado 5 de julio, de conjunto con el personal de Salud del hospital Central Nacional de Freetown. Ellos realizaron 1 060 atenciones médicas (324 a pacientes graves) y 5 721 procederes de enfermería.
A la par de la solidaridad que llegaba desde África, salía otra agrupación de hermandad, la 55, abanderada por el doctor José Angel Portal Miranda, ministro de Salud de Cuba, e integrada por 230 colaboradores para enfrentar la enfermedad en la República de Panamá. «Nuestros profesionales son formados para valorar con especial sensibilidad la vida de los pacientes, sin inmiscuirse en asuntos de política interna de ninguno de los países donde prestan sus servicios», aseguró el doctor Santiago Badía, secretario general del Sindicato de la Salud, quien añadió que cerca de 30 000 trabajadores del sector laboran en 66 países y otros 470 000 ya mostraron su disposición para partir a donde se les necesite.
«Juramos ceñir a nuestra frente la estrella que ilumina y mata, la misma que nos guiará en la obra de altruismo e infinito amor que es salvar vidas», afirmó el doctor Carlos Ricardo Pérez Díaz, jefe de la brigada. Mientras, el Embajador de Panamá, Reinaldo Rivera Escudero, explicó la compleja situación que vive su país y, con mucha emoción, les transmitió el agradecimiento de su Gobierno y de su pueblo. (Granma)