Martínez Díaz resaltó que estudian y modelan las nuevas mutaciones del virus y otras que podrían surgir.
Foto: Archivo/RHC

La Habana, 17 mar (RHC) El doctor en Ciencias Eduardo Martínez Díaz, presidente del grupo empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma), afirmó que nuestro país prevé culminar en el mes de agosto la fabricación de las dosis de vacunas contra la COVID-19 requeridas para inmunizar a toda su población, gracias al desarrollo de una estrategia nacional diseñada con ese fin.

El experto le explicó al diario Granma que luego se seguirán produciendo dosis, a fin de suministrarlas a otras naciones amigas.

Señaló que los pilares fundamentales de esa estrategia han sido el alto nivel de la industria biofarmacéutica cubana, la fortaleza del sistema nacional de Salud Pública, la experiencia de científicos y tecnólogos, la unidad y la integración.

“Como inspiración, ha tenido la convicción del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz de que sí se puede, y el desafío lanzado por el presidente Miguel Díaz-Canel, de tratar de tenerlas en el menor tiempo posible”, afirmó Martínez Díaz.

Añadió que dicha estrategia estuvo concebida en equipo, conciliada con el Ministerio de Salud Pública y acompañada por las más altas autoridades del Estado y del Partido Comunista de Cuba.

Dijo el científico que el paso inicial fue la convocatoria a instituciones con larga experiencia en la producción de vacunas, principalmente el Instituto Finlay de Vacunas y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.

Se adoptó un sistema de trabajo donde el personal involucrado compartió ideas y socializó conocimientos y experiencias, todo en el marco del Consejo Científico de BioCubaFarma, articulado con el Grupo Técnico Nacional para la lucha contra la COVID-19.

Según Martínez Díaz, en un inicio existieron ideas y diseños de más de 40 posibles variantes de candidatos vacunales, a partir de que se concibieron antígenos con distintas fuentes de obtención y diversas formulaciones, todos basados en plataformas tecnológicas presentes en instituciones cubanas.

Luego de culminar análisis teóricos y evaluaciones de resultados prácticos, se concentraron los esfuerzos en las fórmulas más viables y se definió que el antígeno para utilizar en las vacunas sería el Dominio de Unión al Receptor (RBD, por sus siglas en inglés) de la proteína de la superficie del virus (proteína S o espiga).

El siguiente paso fue obtener el antígeno de dos fuentes diferentes (células de mamíferos y células de levaduras), y diseñar varias fórmulas, utilizando distintas concentraciones.

Revela el directivo de BioCubaFarma que también se concibieron distintos esquemas de inmunización y dos rutas de administración, intramuscular y nasal.

De esa forma surgieron los cinco candidatos vacunales cubanos anti-COVID-19: Soberana 01, Soberana 02, Soberana Plus, Abdala y Mambisa, que pasaron a ser evaluados en los estudios clínicos en humanos.

Martínez Díaz resaltó que hasta la fecha, los resultados son positivos, en particular en los casos de Soberana 02, en la fase III de ensayo clínico, y Abdala, que debe pasar a la etapa final de evaluación en los próximos días.

“Ambos candidatos vacunales inducen una elevada respuesta inmunológica, generando anticuerpos que neutralizan la entrada del virus a las células, y solo han sido reportados eventos adversos leves, por lo cual son muy seguros”, indicó el especialista.

Precisó que al irse perfilando las diferentes variantes de vacunas, estructuraron los sistemas productivos para, una vez demostrada la seguridad y eficacia, se pudiera disponer de millones de dosis.

“De forma paralela al trabajo desarrollado, Cuba colabora con un grupo de naciones, a fin de valorar la posibilidad de realizar estudios clínicos de nuestros candidatos vacunales, establecer alianzas productivas y buscar vacunas universales contra los coronavirus”, informó el directivo.

Acotó que la estrategia también tiene en cuenta la aparición de nuevas variantes del virus, y por ello un grupo de investigadores del Instituto de Medicina Tropical ‘Pedro Kourí’, de la Universidad de Ciencias Informáticas y de BioCubaFarma, estudian y modelan las nuevas mutaciones y otras que podrían surgir.

Para el doctor Eduardo Martínez Díaz, frente a las limitaciones en los recursos financieros, la integración ha sido clave en la rápida obtención de tan importantes resultados.

“Además, debido al bloqueo económico de Estados Unidos, varios proveedores han negado el suministro de materiales y equipos”, acotó.

“Sin esos obstáculos, hubiéramos avanzado aún más rápido, la fuerza y empuje con la que se ha trabajado ha sido muy grande. Estamos seguros de que vamos a llegar a la meta, es la fuerza de un país dispuesto a seguir resistiendo y venciendo”, concluyó. (Fuente: ACN)