Tenemos que seguir fomentando una cultura en la que participen todos los ciudadanos, dijo Díaz-Canel
La Habana, 20 jul (RHC) Este sábado tuvimos una gran manifestación de reafirmación revolucionaria que tiene muchas lecturas, y la primera es que fue la expresión de las mayorías en defensa de la Revolución, dijo el Primer Secretario del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el encuentro de este lunes del Grupo temporal de trabajo para la prevención y control de la COVID-19.
El Presidente de la República retomó ideas medulares de su discurso en la explanada de La Piragua, aledaña al malecón habanero, ante un grupo de miembros del Consejo de Ministros y –a través de videoconferencia– las autoridades gubernamentales y políticas de las 15 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud.
La respuesta revolucionaria de este sábado –expuso– también fue muestra de una comprensión más cabal de la naturaleza de los sucesos del 11 de julio, a partir del desmontaje que se ha ido haciendo de lo que ocurrió entonces y de una mejor comprensión de la naturaleza de esos hechos, del momento en que se produjeron, de su cronología, de la amplia campaña mediática que se realizó contra Cuba.
«Se ha visto –explicó Díaz-Canel– que ha sido una campaña contra Cuba llena de odio, de vulgaridad, de saña, de llamado a la violencia», y esto explica muchas cosas.
Lo ocurrido –agregó– «también nos ha dejado las enseñanzas de las cosas que tenemos que atender en los momentos actuales con mayor precisión, la manera en que tenemos que trabajar y los elementos de análisis que tenemos que hacer de un grupo de insuficiencias.
El Primer Secretario del Partido formuló así un grupo de indicaciones, empezando por trabajar en los escenarios fundamentales, como los barrios. Ninguna estructura gubernamental y estatal puede estar ajena a los problemas que hay en el barrio –señaló–, y con la coordinación de esfuerzos de todos, incluidas las organizaciones de masas y el Gobierno municipal, hay que establecer planes de acción integrales en los barrios.
Y en esto –abundó el primer mandatario–, también tenemos que incorporar al sector no estatal, que ha dado muchos ejemplos de solidaridad en el enfrentamiento a la COVID-19, como lo que ha ocurrido y está ocurriendo en Matanzas.
«A Cuba ponle corazón –dijo Díaz-Canel yendo sobre sus palabras del sábado–, y le tenemos que poner corazón a todo lo que estamos haciendo y todo lo que vamos a hacer».
El Gobierno y el Partido Comunista –reflexionó– son el Gobierno y el Partido de todos los cubanos, por lo tanto hay que profundizar en estos elementos, en que cada vez sea más democrático el trabajo del Gobierno y el trabajo del Partido.
Para ello –abundó– «hay que buscar más espacios de participación popular o aprovechar adecuadamente los espacios que tenemos. Espacios de debate de los temas más complejos con participantes diversos que nos den un grupo de propuestas que tenemos que debatir, ordenar, evaluar las que tengan posibilidades de implementación».
En un esencial mensaje de cómo hacer política en estos tiempos, el Jefe de Estado se pronunció también por «seguir defendiendo la inclusión, la justicia social, la solidaridad; demostrar con hechos, de manera concreta, que el Gobierno y el Partido están al lado del pueblo, que significa que la Revolución está y estará siempre al lado del pueblo».
Díaz-Canel reiteró la orientación de trabajar y exigir por el cumplimiento del programa de gobierno, sintetizado en la Estrategia económico-social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19, establecida en julio de 2020.
Recordó que esa estrategia se apoya en el Plan Nacional de Desarrollo Económico Social hasta 2030 (Pndes) aprobado por el Congreso del Partido, y que está basada en los Lineamientos de la política económica y social, también formulados en las últimas citas partidistas.
Tenemos que ir cumpliendo todo lo que está planteando en esa Estrategia –declaró–, pero para eso lo primero que tenemos que revisar son los métodos y el estilo que utilizamos para hacerla cumplir, y eso –esclareció– «tiene que partir del análisis autocrítico de lo que no hemos hecho bien, de la rectificación pendiente que tenemos de un grupo de problemáticas, de la revisión profunda de nuestros errores».
Debemos convertir en hecho concreto –añadió–, nuestras denuncias sistemáticas sobre las trabas, la burocracia, las insensibilidades.
Alcanzar esto –indicó Díaz-Canel– implica la atención más directa y eficiente de nuestras instituciones a los planteamientos de la población; la respuesta clara y precisa; el concepto de que los ministerios y las instituciones estatales no pueden dar la espalda a los problemas de una comunidad, pero lograr eso –añadió– implica que reanimemos nuestras formas de participación social, en función de lo cual debe estar el trabajo de las instituciones y las organizaciones de masas.
«El principal escenario es el barrio –insistió el Primer Secretario–. En el barrio está todo: las escuelas, los centros de Salud, las fábricas, las empresas, las formas de gestión no estatal, las viviendas, el hábitat de nuestra gente».
La reunión de este lunes del Grupo temporal de trabajo para la prevención y control de la COVID-19 estuvo presidida, además, por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz; el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández, y Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central del Partido Comunista.
El Presidente cubano retomó también la idea que expuso en la manifestación de reafirmación revolucionaria del pasado sábado, relativa a que «solo podremos tener más si creamos más»; lo cual concretaremos –argumentó– «empujando todos juntos, articulando el diálogo con todas las formas productivas, rescatando toda la obra social de la Revolución».
Y para ello se necesita –continuó– dar mayor atención a los sectores y personas más vulnerables, y llevar la cultura del detalle a todo, en primer lugar al barrio.
Reiteró el concepto de que «Cuba es de todos», y eso significa –razonó– que «tenemos que trabajar con todos, con los vulnerables; con los marginales y con los delincuentes; con los campesinos, con los obreros, con los trabajadores estales y no estales, con los estudiantes, con los jóvenes, con los que son críticos, con los artistas, con los periodistas, con los científicos, con la comunidad cubana en el exterior, con los deportistas, con las familias...».
Sobre el concepto de que «Cuba seguirá fundando», el Primer Secretario explicó que «la Revolución siempre ha fundado, y para eso hay que potenciar la economía constantemente, enfocarnos hacia la prosperidad, desarrollar con mayor eficiencia y amplitud los programas sociales, la educación, la ciencia, la cultura, el deporte, la seguridad y la atención social».
Tenemos –dijo– que terminar de concretar vías de cómo vamos a proteger a los más vulnerables, eliminando elementos de pobreza o desventaja social, y «fomentando una cultura que dé verdadera calidad en la atención y en los servicios que se dan a la población, y de la que participan todos los ciudadanos». (Cubadebate)