La Habana, 16 nov (RHC) Tras casi dos años de enfrentamiento a la pandemia, feliz coincidencia para los habaneros la celebración del aniversario 502 de la fundación de esta Villa de San Cristóbal con el inicio de la nueva normalidad, lo cual incluye la reanudación de las clases y de otras tantas actividades en aras de la recuperación económica y social del territorio.
Y al calor de tan significativa festividad, pese a las condiciones invernales y cuando siguen mejorando los indicadores de la COVID-19, en no pocos parques la alegría y el colorido se hicieron sentir con espectáculos y ferias, mientras mil 206 instituciones educativas con una matrícula de más 303 mil estudiantes abrían sus puertas hoy, y en varios espacios públicos la tranquilidad transcurría para muchos como un día normal.
En bulevares como los de San Rafael y Obispo y el Parque Central la música también estuvo presente, y en algunos hoteles sus trabajadores esperaban la llegada de los primeros grupos de turistas, luego de un largo periodo de inactividad debido a la epidemia, no sin antes haber sido certificados sus instalaciones como seguras e higiénicas por las autoridades sanitarias.
Precisamente la bienvenida oficial a la reapertura de tan importante sector -considerado locomotora de la economía cubana- tuvo lugar en el Hotel Nacional, con la presencia de Manuel Marrero Cruz, primer ministro, y directivos del ramo.
Por otra parte, en centros asistenciales del territorio comenzó este lunes la aplicación de la dosis de refuerzo anti-COVID-19 a trabajadores de la salud y grupos de riesgo de interés.
Al calor de las celebraciones por el 502 cumpleaños de la capital tienen lugar en La Habana Vieja el Coloquio Internacional Gallego, antropología testimonial y cultura de la pobreza, y diversas actividades en instituciones como el Centro a+ Espacios adolescentes y Habana Espacios Creativos.
Igualmente reabren las salas del Castillo de la Real Fuerza y el Museo del automóvil, y no pudo faltar la tradicional vuelta a la ceiba en el Templete este 15 de noviembre.
Ómnibus por momento llenos de pasajeros, largas colas frente a unidades del comercio para comprar alimentos u otros productos, trabajadores de servicios comunales inmersos en la limpieza de calles y avenidas, brigadas de constructores que batallan por transformar la vida en barrios vulnerables, en fin, la cotidianidad de estos tiempos está presente hoy en La Habana, pues contra viento y marea, con paz y tranquilidad, Cuba vive.
(ACN)