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La Habana, 5 feb (RHC) Mientras Cuba inició esta semana otro ejercicio de democracia con la consulta popular del Código de las Familias, arribó a sus 60 años la oficialización del bloqueo de Estados Unidos contra la isla caribeña.
Sin pretenderlo, ambas realidades representan el contraste entre un país que defiende su soberanía y construye cada día su destino, y el otro que -empeñado en rendir por hambre y limitaciones a su vecino- ha aplicado todo tipo de medidas unilaterales y coercitivas, que califican como una violación a los derechos humanos.
Esta semana comenzó la discusión en el país, en más de 78 mil puntos de reunión, de una norma para el ámbito familiar considerada por los expertos entre las más avanzadas del mundo, y en plena correspondencia con los preceptos de la Constitución de la República y los tratados internacionales.
“Un Código posible en democracia y que afianza nuestra voluntad de reconocer y proteger los derechos humanos”, refirió la víspera en su cuenta de la red social Twitter el presidente de la nación, Miguel Díaz-Canel, en referencia al cuerpo legal que hasta el próximo abril será sometido al análisis de los ciudadanos.
Sobresalió en las últimas jornadas, además, la visita de nueve eurodiputados y funcionarios de la agrupación La Izquierda, quienes observaron algunas de estas consultas populares; dialogaron con el jefe de Estado; recorrieron sitios de interés histórico-social y constataron las transformaciones que vive la sociedad cubana, así como sus logros.
Al término de estos encuentros, Sira Rego, vicepresidenta del grupo de la Eurocámara, ratificó que es necesario acabar con la política unilateral de asfixia económica impuesta por Washington, cuya instauración oficial cumplió hace dos días 60 años, aunque las presiones comenzaron desde el triunfo de la Revolución cubana, el 1 de enero de 1959.
Varias acciones tuvieron lugar en la isla a propósito de la fecha, entre ellas una transmisión conjunta entre Cubavisión Internacional, Radio Habana Cuba y Prensa Latina, en la cual el embajador Abelardo Moreno subrayó que el bloqueo fue la manera de responder a las medidas de carácter popular implementadas por la Revolución cubana.
También en días previos resaltó un análisis de los resultados de los más de 26 encuentros que desde agosto último ha sostenido la máxima dirección del país con diversos sectores de la sociedad, así como las transformaciones que se acometen en barrios vulnerables de la isla.
Al respecto, el presidente cubano destacó lo realizado, pero reconoció que no se trabaja con la misma creatividad e intensidad en todos los lugares, y aún faltan las respuestas a algunas de las problemáticas planteadas por los ciudadanos.
Para evaluar cómo avanzan las labores, el mandatario llegó hasta el barrio La Purísima, del capitalino municipio del Cotorro, donde visitó escuelas, mercados e instituciones de salud, en las cuales organismos del Estado, el sector no estatal, trabajadores sociales y vecinos transforman su entorno.
Tenemos que seguir trabajando y mantener lo que hemos hecho para avanzar en la solución de nuevos problemas. Mejorar las infraestructuras, pero también trabajar en la espiritualidad de las comunidades, indicó allí Díaz-Canel.
De igual forma, el Gobierno de la isla informó también esta semana que prioriza acciones para incrementar la producción y contrarrestar la inflación, reconocida como uno de los problemas más acuciantes que enfrenta Cuba en el actual año.
Urge adoptar decisiones para mitigar su impacto en las personas con menos recursos, reducir el déficit presupuestario, resolver el subsidio a las empresas con pérdidas y revertir el aumento sostenido de la tasa de cambio de la divisa en el mercado informal, recomendó recientemente en entrevista con esta agencia el Premio Nacional de Economía, José Luis Rodríguez. (Fuente:PL)