Foto: Canal Caribe.
La Habana, 11 jun (RHC) Para los médicos de Cuba, salvar la vida de un niño es cuidar la esperanza de un país. Cuando el pasado 6 de mayo, la explosión del Hotel Saratoga alcanzó a un bebé de dos años y su mamá, no faltaron las muestras de solidaridad con la familia y el apoyo a sus seres queridos.
Aarón Dávila González, el más pequeño de los lesionados en el Saratoga, hoy está fuera de peligro. En su rápida y asombrosa evolución, el factor tiempo y el compromiso de los profesionales de la Salud Cubana marcaron la felicidad de una familia. La historia nos la cuenta Gisela García Rivero.
(Tomado de CubaSí).