Foto tomada de Prensa Latina
La Habana, 22 sep (RHC) El viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío dijo en EE.UU. que llamar a Cuba Estado fallido es decir lo que no es.
En una entrevista con el programa televisivo Democracy Now, el diplomático subrayó que ello está evidenciado en el progreso social del país en sectores como educación, salud, ciencia, tecnología, cultura, deportes.
“Cuba enfrentó a la pandemia de Covid-19 con sus propios recursos y eso fue gracias al desarrollo del sistema sanitario, a pesar de las dificultades impuestas por la política hostil de Estados Unidos, y ello no son las características de un Estado fallido”, enfatizó.
Fernández de Cossío condenó el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la nación caribeña por Washington desde hace más de seis décadas, así como las 243 medidas coercitivas aplicadas durante la administración de Donald Trump (2017-2021).
Para entender el efecto de las políticas norteamericanas en la isla, el representante pidió a los estadounidenses pensar en cómo influiría en el país y en sus estilos de vida si una gran economía suspendiera las ventas o las exportaciones del territorio, le impidiera acceder a recursos, mercados o realizar transacciones internacionales.
“Si se multiplica eso, se podría ver el impacto en Cuba”, aseveró el viceministro.
Precisó que el objetivo de la política de Estados Unidos desde 1960 es hacer la vida lo más difícil e insoportable posible al pueblo de Cuba, con la ambición de que eso conduzca al derrocamiento del Gobierno.
Con respecto a posibles cambios de la presidencia de Joseph Biden en relación con La Habana, Fernández de Cossío comentó que la decisión anunciada recientemente de procesar todas las visas de migrantes en la embajada estadounidense en la isla es un paso para tratar de corregir las hostilidades heredadas de la era de Trump.
Sin embargo, refirió cómo Estados Unidos gasta millones de dólares para tratar de doblegar al Gobierno antillano y recordó cómo Cuba todavía aparece en la lista de supuestos países patrocinadores del terrorismo, según Washington.
“Hablamos con el Gobierno norteamericano y expresamos que no hay sustento para esa decisión, en tanto seguimos sin recibir argumentos, evidencias o razones de por qué la isla continúa en una lista donde nunca debió estar”, remarcó el funcionario.
Agregó que la única excusa, sin que la digan directamente, es política.
En otro orden, ratificó la gran responsabilidad del país norteño de presionar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte en una posición agresiva contra Rusia y su influencia en el conflicto en Ucrania.
Además, denunció la tendencia de EE.UU. de imponer su hegemonía y actuar contra cualquier país que pueda ser su rival eventualmente.
“Esa no es la forma de conducir las relaciones internaciones y transgrede el derecho a la paz mundial”, puntualizó. (Fuente: PL)