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La Habana, 8 de feb (RHC) Con la firma de tres acuerdos concluyó la reunión del Comité Gestor Binacional Brasil-Cuba (Cgbbc), lo que ratifica hoy la coincidencia de áreas estratégicas y proyectos de alta prioridad en materia de salud para los dos países.
Entre los documentos resalta un memorándum de entendimiento entre BioCubaFarma y la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil que permitirá ampliar los proyectos de producción e innovación para la salud.
Los centros de Ingeniería Genética y Biotecnología y de Inmunoensayo concretaron con la empresa brasilera Bahiafarma protocolos de intenciones para el desarrollo, estudios clínicos, registro y suministro del Heberprot-P (para el tratamiento del pie diabético) y de pruebas rápidas destinadas al diagnóstico de la anemia falciforme y la enfermedad de Chagas.
Al respecto, la presidenta de Biocubafarma, Mayda Mauri, calificó de muy provechoso el intercambio, en tanto favoreció la presentación de la cartera de proyectos y productos innovadores, dirigidos a la solución de los principales problemas sanitarios de ambas naciones, entre los que sobresalen el cáncer, la diabetes mellitus y las enfermedades neurodegenerativas.
En tal sentido destacó la intención de trabajar con una mirada que beneficie no solo a Cuba y Brasil, sino también a otras naciones de la región y al continente africano, tan necesitado de los avances y resultados de la cooperación Sur-Sur en materia de salud, economía y la industria biofarmacéutica.
Iniciada el pasado lunes con la presencia de los ministros cubanos de Salud Pública, José Angel Portal, y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Eduardo Martínez, y de Carlos Gadhela, viceministro de Salud en Brasil, la reunión del Cgbbc permitió reactivar este mecanismo de cooperación.
Durante tres días los representantes de Cuba y Brasil intercambiaron opiniones sobre la importancia de la colaboración en salud, innovación, industria biotecnológica y farmacéutica y regulación de medicamentos, equipos y dispositivos médicos, enfocados en el desarrollo sustentable que conecte la ciencia y la economía.
La reactivación de este mecanismo, surgido en 2011, resulta estratégica para ampliar la alianza Sur-Sur en América Latina, dotar de independencia tecnológica para la producción de bienes y servicios destinados a la atención de salud de las personas más vulnerables, afianzar la transferencia de conocimientos y contribuir a la salvaguarda de la humanidad. (Fuente: Prensa Latina)