Carlos Fernñandez de Cossío.
La Habana, 29 abr (RHC) La búsqueda de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) requiere renovados soportes conceptuales e intelectuales para librar esa difícil batalla, opinó este lunes un representante de Cuba en un congreso con expertos de 25 países.
Hace 50 años tuvo lugar uno de los intentos más trascendentales de las naciones en desarrollo en función de proseguir la lucha por la descolonización; es decir, las decisiones aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que permitieron el surgimiento del NOEI y su plan de acción, sopesó el viceministro cubano de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío.
Por el empuje del Grupo de los 77 y el Movimiento de Países No Alineados, recordó, fueron aprobadas en 1974 las normas y las acciones concretas en función de modificar el régimen de relaciones económicas internacionales, diagnosticado ya como “injusto, inoperante e insostenible”.
Si bien el NOEI estuvo caracterizado en sus orígenes por un enfoque reformista, los Estados capitalistas desarrollados sabotearon la iniciativa desde su nacimiento.
Bajo el liderazgo fundamental de Estados Unidos, impidieron consistentemente llegar a las decisiones necesarias para su implementación, limitando la asignación de los recursos financieros y la capacidad de acción de Naciones Unidas, argumentó el diplomático.
Desde mediados de la década de 1980 y posteriormente con la euforia y la desorientación que provocó el colapso del socialismo en Europa, las corrientes y políticas neoliberales lograron imponerse con dogmatismo mesiánico, lo cual erosionó la autoridad del NOEI y la conciencia conceptual e ideológica requerida para su implementación, juzgó.
También se erosionó la unidad entre los países en desarrollo, un aspecto crucial para lograr una efectiva materialización del esfuerzo emancipador, precisó.
Sin embargo, actualmente puede observarse una mayor comprensión sobre el desafío y la urgente necesidad de modificar las reglas y estructuras de naturaleza injusta e inoperante de la economía mundial
Dichas normas perpetúan y agravan las condiciones de subordinación, dependencia y subdesarrollo para la mayoría de los países del Sur global y sus respectivos pueblos con las consiguientes secuelas de pobreza, explotación, exclusión y miseria generalizada, fundamentó Fernández de Cossío.
Es hora de examinar aquellas decisiones trascendentes de 1974 asociadas al nacimiento del NOEI y hacerlo con sentido crítico para construir la posibilidad de un mundo mejor, consideró el representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
En tal sentido, valoró la iniciativa de la Internacional Progresista y la organización de los economistas cubanos de convocar a un segundo congreso en La Habana a fin de discutir el tema.
El congreso puede ayudar a rebasar las carencias en términos de propuestas e ideas concretas y podría servir de motivación para profundizar y expandir el debate en diversos escenarios y con la mayor regularidad posible, sintetizó el diplomático. (Fuente:PL)