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La Habana, 18 dic (RHC) El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, mostró este miércoles su insatisfacción con los resultados hasta ahora del programa Proyecciones del Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía.
Según comentó en el inicio del IV Período de Sesiones de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), un año después de aprobarse, esa estrategia no logra todos los objetivos proyectados.
Al presentar un informe acerca de cómo marcha la aplicación del programa, el jefe de Gobierno opinó que varias causas impiden un saldo positivo, incluidas causas materiales, inercias desfasadas y tergiversaciones de resoluciones y orientaciones.
Continuamos sin avanzar con la necesaria celeridad que requieren los problemas de la nación, principalmente en asuntos relacionados con las principales demandas del pueblo, manifestó.
No obstante, zanjó, están identificadas muchas distorsiones, por lo cual logró reducirse el impacto de sus perjuicios, y varias de las acciones tendrán resultados positivos de manera gradual.
Para Marrero, ese grupo de disposiciones y acciones, conducido por el Gobierno con la guía del Partido Comunista de Cuba, es una forma -no mágica- para promover con real opción de éxito el crecimiento económico y la transformación social nacionales.
De acuerdo con sus palabras, incluso en medio del convulso contexto mundial y los efectos del bloqueo de Estados Unidos a la nación antillana, hay reservas y capacidades en la isla para obtener mejores resultados en corto y mediano plazos.
Para lograrlo, comentó, deben reordenarse estructuras, procesos y disposiciones, y también articular de forma objetiva y dinámica la relación de todos los actores de la economía y entre los procesos sociales del país.
El primer ministro, asimismo, instó a trabajar con mayor eficiencia en todos los niveles de producción y servicios, fortalecer la institucionalidad y respetar las competencias de las comunidades, municipios y provincias.
Insistió en que urge robustecer la economía para, en primer orden, proteger las conquistas de la Revolución, sin desamparar a ningún cubano.
Durante su intervención, se refirió además a las situaciones fiscal y financiera, la asistencia social, proyectos legislativos, el salario de los trabajadores del sector estatal, los precios de los bienes y servicios, y la situación demográfica, entre otros muchos temas. (PL)