La Habana, 12 may (ACN) La batalla es esencialmente cultural, ideológica y simbólica; por eso hay que ganarla con identidad, expresó este jueves en La Habana Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
La Biblioteca Nacional José Martí acogió la tercera reunión del Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), presidida, además, por Abel Prieto, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y Miguel Barnet, titular de la UNEAC, donde confluyeron intelectuales y creadores de la Isla.
Entre los principales temas debatidos se destacó el lugar y papel del trabajo cultural comunitario en la sociedad actual, eje con incidencia directa en la educación y formación de niños y jóvenes.
Apoyar los proyectos comunitarios y desarrollarlos resulta vital sobre todo porque constituyen aliciente para la vida espiritual; eso no significa que dejemos de velar para que no florezcan iniciativas incoherentes, banales y frívolas, expresó Díaz-Canel.
Otro asunto mencionado devino el uso inadecuado de los símbolos patrios en prendas de vestir, vehículos y artículos artesanales, preocupación de varios intelectuales y artistas quienes exigieron mayor control sobre estas representaciones de la identidad nacional.
Personalidades como el escritor Desiderio Navarro, el músico Guido López-Gavilán y los actores Alden Knight y Corina Mestre, manifestaron la necesidad de retomar en escuelas y centros de educación las clases dedicadas al conocimiento de los atributos y emblemas nacionales.
La Habana, 12 may (ACN) La batalla es esencialmente cultural, ideológica y simbólica; por eso hay que ganarla con identidad, expresó este jueves en La Habana Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
En este sentido, Díaz-Canel afirmó que en la actualidad se trabaja en un proyecto de ley para regular con mayor flexibilidad el uso de estas representaciones, sin que la modificación suponga irrespeto a los valores e identidad defendidos.
Los debates, caracterizados por la pluralidad de ideas y propuestas, concluyeron que es en la comunidad donde los actores culturales y educativos deben potenciar su trabajo, para construir y poner en práctica una cultura de resistencia contra los modelos de consumo importados.