Entre los ocho Institutos creados en Cuba en 1966 con el fin de desarrollar las especialidades, introducir tecnologías y formar recursos humanos, estuvo el de Nefrología.
A este llegamos para conocer cómo llega a sus 50 años, y con gusto nos recibe su director, el doctor Guillermo Guerra Bustillo.
Nos cuenta que la especialidad surge en el país en 1960, y dada la prioridad que la Revolución le dio, seis años más tarde se crea, un primero de diciembre, el Instituto.
Hace constar que el Ministerio de Salud Pública le ha prestado mucha atención al desarrollo de la nefrología, la cual tiene una demanda creciente en el mundo y Cuba, pues las enfermedades renales son epidemias crecientes que están desafiando a los sistemas sanitarios.
“Ello obedece -precisó- a tres factores fundamentales: el envejecimiento poblacional, la diabetes y la hipertensión arterial”.
Desarrollo acelerado
“Aunque ya se ofrecían en el país atenciones nefrológicas -señala el doctor Guerra Bustillo- la fundación del Instituto de Nefrología en 1966 propicia un desarrollo acelerado de la especialidad, dado, entre otras acciones, por la extensión de las diálisis a otras instituciones y el inicio, un 24 de febrero de hace 45 años, de los trasplantes renales”.
Expresó que estos se empiezan a hacer en el Hospital Militar “Luis Díaz Soto”, y en 1974 en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, y así sucesivamente hasta tener hoy nueve centros de trasplantes.
Por otra parte, se refirió a la existencia en la actualidad de 51 Servicios de Nefrología con una cobertura total en el país, en los cuales se desempeñan unos 430 nefrólogos y mil 500 enfermeras, el 75 por ciento de ellas son licenciadas con muy buena experiencia.
Tratamientos avanzados
El doctor Guerra Bustillo informó que el año pasado en Cuba se hicieron 185 trasplantes renales, cifra que sitúa a la isla en lugar de avanzada en Latinoamérica.
“Esperamos -dijo- que, al ritmo que llevamos, este año se superen las 200 intervenciones de ese tipo, pues es una terapia que va creciendo”.
Más adelante detalló que al cierre del pasado mes de mayo había más de tres mil 100 pacientes en los 51 servicios de hemodiálisis en el país.
Y añadió: “También analizamos el tema de la diálisis peritoneal, con el interés de potenciarla, pero se está haciendo mucho hincapié en trabajar en la prevención en el contexto de las enfermedades crónicas no trasmisibles, que son realmente desafiantes y que tienen mucha conexión con los factores de riesgo que llevan a la enfermedad renal crónica, etapa avanzada en la que entonces hay que aplicar los tratamientos sustitutivos de la función del riñón”.
Alta tecnología
“Cuba eroga importantes cantidades de dinero para poder dar a los servicios de nefrología una cobertura en tecnología y otros recursos”, destacó el doctor Guillermo Guerra Bustillo.
“Se han adquirido -subrayó- equipos de primer mundo, como riñones artificiales, sistemas de tratamiento de agua, medicamentos inmunosupresores de última generación, medios diagnósticos, de laboratorio, de medicina nuclear, de imagenología”.
También mencionó el aporte del grupo empresarial BioCubaFarma, que ha posibilitado disponer de recursos nacionales para la atención al paciente.
“Se ha creado un ambiente que nos permite decir que estamos en mejores condiciones de cumplir con el encargo que tenemos”, precisó el director del Instituto de Nefrología.
Al concluir afirmó: “Fidel ha estado muy al tanto de todo. Recuerdo que en el 2003 prometió dar un impulso y desarrollar la especialidad y realmente lo que ofreció se ha cumplido”.