La Habana, 5 sept (RHC)- El daño provocado por las antraciclinas, medicamentos empleados frente al cáncer en la población infantil, puede prevenirse añadiendo a la quimioterapia un fármaco cardioprotector denominado dexrazoxano, según un estudio dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal Wayne en Detroit, Estados Unidos.
Las antraciclinas se asocian a un efecto secundario indeseado: su administración aumenta el riesgo de lesiones graves en el corazón de los niño, por ello, el dexrazoxano debe ser considerado parte integrante de la terapia para los jóvenes pacientes, pues previene de mayor toxicidad y efectos tardíos asociados a la quimioterapia, indica el artículo publicado en la revista British Journal of Clinical Pharmacology.
Los investigadores encontraron que el uso de antraciclinas para el tratamiento del cáncer en niños se asocia a un mayor riesgo de desarrollo de numerosas enfermedades y episodios cardiovasculares, como las miocardiopatías, la insuficiencia cardiaca, los infartos de miocardio, la hipertensión arterial, la pericarditis y las valvulopatías.
La indagación comprobó que para muchos pequeños, el precio del tratamiento para el cáncer infantil es persistente, por lo general progresivo y cardiotóxico en el caso de las quimioterapias con antraciclinas, explicó uno de los autores del estudio, Steven Lipshultz.
Para que el dexrazoxano tenga efecto es necesario administrarlo justo antes de cada dosis de antraciclina, con el objetivo de aminorar el daño coronario asociado a la quimioterapia, añadió.
A ello se añade que el uso de este medicamento no solo permite un tratamiento más seguro, sino también que la quimioterapia pueda hacerse a dosis más elevadas, sin riesgo de lesiones para el corazón.
(PL)