Cuidado al recién nacido, una prioridad de la enfermería en Cuba

بقلم: Jessica Arroyo Malvarez
2017-09-23 08:59:26

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La Habana, (PL) La función social de cada profesión tiene un valor incalculable, porque una por una tiene implícito la necesidad de satisfacer las necesidades de cada país.

Sin embargo, hay algunas carreras que por su vínculo con una gran cantidad de personas tienen mayor importancia, cuando se trata de aquellas referidas a elevar la calidad de vida de los seres humanos desde antes de nacer.

A propósito de ello, la enfermera Amada Izquierdo Hernández, miembro de la Sociedad Cubana de Enfermería, consideró en declaraciones a Prensa Latina que el cuidado al recién nacido es vital.

Nuestros neonatos se cuidan en la mayor isla de las Antillas desde antes del nacimiento y en ese proceso -que ocurre después del parto- se tiene una atención priorizada muy delicada, expresó.

Al referirse a la garantía del personal de enfermería, ratificó el alto nivel de preparación por contar con los conocimientos técnicos y científicos necesarios.

También, añadió, tienen mucha experiencia para el tratamiento a la madre y al resto de la familiar que rodea al menor.

“A veces son niños con salud delicada y necesitan de cuidados críticos, de atención intensiva, y, por esa razón, hay que darle apoyo, y tener comprensión tanto con la madre, como con el padre y el resto de los familiares”.

Sobre el trabajo a nivel de la comunidad del equipo básico integrado por el médico y enfermera de la familia, dijo que trabaja coordinado desde que se diagnostica el embarazo.

“Por eso, en esa etapa se prepara a la gestante para el parto, y se le dan consejos en cada una de las consultas programadas teniendo en cuenta el tiempo de preñez para la atención del futuro bebé”.

El equipo realiza una labor de educación y promoción de salud para que la gestación se desarrolle y llegue a un feliz término, apuntó.

Izquierdo Hernández reconoció algunas debilidades de la atención al recién nacido en los países del sur del río Bravo.

“Tenemos una región donde el cuidado de la salud no es universal, hay personas que tienen medios y recursos, pero hay zonas despobladas donde muchas veces los servicios son brindados por un auxiliar de enfermería o una persona preparada para ello”.

O sea, la prioridad que tiene la salud en Cuba no es igual en esos lugares, donde una persona -sin los conocimientos científicos necesarios- atiende el parto, violando las medidas de esterilización que muchas veces dan al traste con la vida de las mujeres, comentó.

En esos lugares, en la mayoría de los casos, no hay una persona para dar la atención mínima básica y eso hace muy complejo la atención de la embarazada y de su recién nacido, lamentó.

“Esa figura puede ser la que se utilizó mucho en la isla que desde el triunfo de la Revolución no contamos, es decir, la partera. Los pobladores de esos territorios -por sus bajos recursos- tienen que recurrir a ellas, que, realmente, tienen interés de darle solución a los problemas”.

A propósito de esa realidad, Cuba ha contribuido a aliviar esos panoramas enviando profesionales de la salud a esas naciones y donde los profesionales de allí no tocan con las manos, destacó.

“Yo he podido experimentar esa realidad, y si bien es una gran satisfacción brindar un granito de arena, también es muy doloroso ver como personas con enfermedades o afecciones que no requieren de gran atención o medicamentos sofisticados pierden la vida o se complican por falta de recursos”.

“Muchas veces, las personas no han visto nunca un médico o una enfermera, y, por eso, llegan al local donde ofrecemos servicios y cuando le preguntamos ¿usted qué tiene? Nos responden: -yo no tengo nada, pero vine a conocer cómo eran los médicos y enfermeras cubanas, porque aquí se habla mucho de ellos”.

Izquierdo Hernández, quien ha trabajado más de cinco décadas en el sector de la enfermería, celebró el apoyo de la familia.

“También la familia coopera y ayuda mucho, y la parte más difícil es cuando se tienen niños pequeños. Pero todos cooperan, hasta los vecinos, porque saben que hacemos una labor muy necesaria y, por eso, las personas a nuestro alrededor se sienten comprometidas”.

Esta incansable mujer cumplió misión internacionalista en Argelia, Angola, Nicaragua, Venezuela, y otros países más.

En muchos de ellos, ha sido en situaciones críticas, como en el terremoto que devastó Managua en 1972, y esa es la razón por la que tenemos tantos sentimientos con el pueblo mexicano porque está pasando una situación parecida, señaló.

Ante tanto amor por lo que hace, se deduce la respuesta a la interrogante de lo que representa para ella la enfermería.

Lo he dado todo por ella, porque la enfermería también es mi vida, subrayó. “Escogí la profesión por la cual me motivé y a la cual le tengo mucho cariño, y si volviera a nacer, sería otra vez enfermera”.

La enfermera Amada Izquierdo Hernández, hasta el pasado año fue la presidenta del comité ejecutivo de la Federación Panamericana de Profesionales de Enfermería (FEPPEN), que durante cuatro años tuvo su sede en Cuba.(Fuente/PL)



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