La Habana, 2 ene (RHC) Cuba alcanzó al cierre de 2018, por segundo año consecutivo, la tasa de mortalidad infantil más baja de su historia, con cuatro defunciones por cada mil nacidos vivos.
Respecto al año anterior –cuando hubo una cifra de cuatro mil 44 defunciones por cada mil nacidos vivos– este 2018 se disminuyó en 0,081 la tasa, lo cual representa cuatro defunciones menos, al suceder 3 mil 963.
Datos preliminares ofrecidos a Granma por la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas de Salud refieren que en el recién finalizado año ocurrieron 116 mil 320 nacimientos, mil 349 más que en el 2017 y se produjeron 461 defunciones en niños menores de un año, cuatro menos que en el 2018.
En el año 1970 ascendían a 9 173 fallecimientos, con una tasa de mortalidad infantil de 38,7.
«Al finalizar un año de incuestionables logros y mejorías de los principales indicadores de Salud es válido reconocer a todos los trabajadores del sistema sanitario, quienes son los verdaderos protagonistas de estos resultados, los cuales confirman la grandeza de la obra de la Revolución, ahora en su aniversario 60. En ese empeño merecen especial mención los trabajadores vinculados al Programa Materno-Infantil», expresó el doctor Roberto Álvarez Fumero, jefe del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
El especialista valoró que las acciones implementadas para el perfeccionamiento del programa del médico y la enfermera de la familia, y el desarrollo de la genética médica comunitaria y el programa nacional de diagnóstico, manejo y prevención de defectos congénitos y enfermedades genéticas, constituyeron una fortaleza para la mejoría del indicador, que permitió mantener por seis años consecutivos la tasa de mortalidad infantil por defectos congénitos por debajo de uno por cada mil nacidos vivos; este año con 0,8.
Álvarez Fumero resaltó el trabajo desarrollado por las salas de cuidados especiales perinatales, los servicios de neonatología, las terapias intensivas pediátricas y la red cardiopediátrica y el Cardiocentro Pediátrico «William Soler», que permitieron reducir además la mortalidad asociada a la enfermedad de membrana hialina, hemorragia intraventricular, la influenza y neumonía, la sepsis adquirida y por infecciones intestinales; y mantener con similar tasa de mortalidad las debidas a hemorragia pulmonar, otras afecciones perinatales, sepsis congénita, neumonía congénita, meningitis bacteriana, viral y sin especificar, y las causas mal definidas o desconocidas.
Comentó que desde inicios del año 2018, el Minsap implementó un plan de medidas dirigidas a mantener y mejorar los indicadores de la mortalidad infantil.
(Granma)