La Habana, 3 sep (RHC) Más de 1200 estudiantes conforman la matrícula de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) para este curso lectivo que cuenta con los medios preparados en cada escenario educativo.
De acuerdo con la vicerrectora del Área Académica, Tamara Torres Fernández, los alumnos de nuevo ingreso ascienden a 400 procedentes de 80 países. “Estos estudiantes comienzan con el plan de estudios E, este les permite una formación como médicos capaces de atender problemas de salud en cualquier parte del mundo”.
Torres añadió que el principio básico que debe primar en los educandos de ciencias médicas es la formación de valores como la responsabilidad, el respeto, el humanismo, la solidaridad, pero sobre todo el internacionalismo.
“La docencia no solo comprende la preparación desde el punto de vista académico, sino el proceso docente-educativo en su totalidad. Deben ser profesionales capaces de formarse en respuesta de las demandas sociales no solo de sus países, sino del mundo”, precisó.
La ELAM surge a raíz de los huracanes que azotaron de forma violenta a Centroamérica. En ese momento, el Comandante en Jefe Fidel Castro, dispuesto a colaborar con los países que fueron dañados, concibió una nueva forma de ayudarles por siempre.
Uno de sus fundadores, Víctor Díaz Ferán recuerda cómo una academia naval en solo tres meses se convirtió en esta universidad de medicina. Díaz Ferán ahora se desempeña como funcionario de Relaciones Internacionales y como parte de su labor ha recibido a cerca de 80 mil visitantes. “Las personas no vienen a ver una universidad, sino a aprender de un concepto diferente de solidaridad”, afirmó.
La vicerrectora señaló como los principales retos para este nuevo curso: la reacreditación de la carrera por la junta de a acreditación nacional y la informatización y virtualización de la docencia.
“Tenemos concebida una plataforma digital y se trabaja para garantizar que el curso inicie con aulas virtuales habilitadas. Hemos realizado convenios con universidades como la UCI y el "Varona" para fortalecer la informatización de la Elam”, puntualizó Torres Fernández.
Las actividades académicas se conjugan con otras de corte extensionista que tienen gran aceptación entre los estudiantes, y que además se nutren de la diversidad cultural de los mismos. “Esta es una carrera compleja que lleva muchas horas de estudio y sacrificio, pero los estudiantes también desarrollan actividades de extensión universitaria no solo artísticas, sino deportivas, cine debates, espacios de diálogo e intercambio, donde interactúan sobre diversos temas”, destacó Josue Gómez Perdomo, director del Departamento de Trabajo Educativo.
Inicia otro septiembre y la Elam reabre sus aulas, dispuesta a seguir cumpliendo sus ideas fundacionales. Al finalizar este curso prevén graduar 225 estudiantes de 62 países, para ascender a la cifra histórica de 30 mil egresados de más de 100 países en apenas dos décadas. (Fuente: Cubadebate)