La Habana, 13 sep (RHC) El XVIII Congreso de la Sociedad Cubana de Enfermería concluye este viernes en La Habana con el análisis del papel de la enfermera en el cuidado integral al paciente crítico y en la atención materno-infantil.

Durante tres jornadas de trabajo, delegados de 14 países analizaron y mostraron los avances, logros y retos de esa profesión que constituye un elemento fundamental en la calidad y excelencia de los servicios médicos con un enfoque humanista y de cobertura universal.

También serán de interés los criterios que se expondrán acerca del cuidado humanizado a la mujer en el parto y del desarrollo y perspectivas de la enfermería oncológica, temáticas en las que Cuba presentará sus experiencias y resultados.

El evento ha sido considerado por sus organizadores como un espacio propicio para el intercambio enriquecedor sobre esta disciplina profesional, que por su continuo desarrollo requiere nuevas investigaciones para describir, identificar, comparar, predecir y controlar los problemas de su competencia con un carácter eminentemente científico.

Cuba cuenta actualmente con 85 mil 730 enfermeros y enfermeras, de ellos el 72 por ciento licenciados, quienes desarrollan investigaciones vinculadas a las buenas prácticas y al perfeccionamiento de la calidad y gestión de los cuidados en los servicios médicos.

Al respecto, Idalmis Infante Ochoa, presidenta de la Sociedad Cubana de Enfermería, comentó que esa especialidad en la nación caribeña es un refrente obligado en Latinoamérica y otras regiones del mundo, por su proyección, desarrollo y méritos.

Bajo el lema Contribución de la enfermería para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el evento ratificó a esta profesión y su personal como decisores para mantener los estándares de salud que ostenta el país, entre ellos una esperanza de vida que llega a 78,5 años y los índices de mortalidad infantil, que desde hace una década se sitúan por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos. (Fuente: PL)