El joven cubano Kevin Galindo Hernández ha enfrentado la muerte durante casi toda su vida. Hoy tiene 16 años, cursa el onceno grado en un preuniversitario de la ciudad de Pinar del Río, sueña con ser biólogo, ama los videojuegos y ya conoce el amor.

¿Su infancia?: más difícil imposible. A los 15 días de nacido le diagnosticaron una enfermedad poco común y a partir de ahí inició una existencia de cuidados, sustos, preocupaciones y miedos.

Kevin es uno de los ocho niños de la provincia de Pinar del Río que padece de hemofilia, enfermedad genética que en el caso de él es una mutación espontánea porque que no tiene antecedentes familiares. Su padecimiento consiste en el déficit en la sangre del factor octavo, que rige la coagulación.

Con corta edad Kevin sufrió la aparición de hematomas frecuentes, sangrados, ingresos en terapia… Ingresos prolongados en la sala de oncohematología del Hospital Pediátrico Pepe Portilla, afectaciones en sus articulaciones y dificultades para andar, que lo obligaron a depender de un sillón de ruedas, hasta hace cinco años.

Los medicamentos para aliviar estos síntomas son extremadamente costosos, pues la política de bloqueo del gobierno de los Estado Unidos frena el acceso al fármaco de elección (factor octavo) que le ha devuelto la esperanza a Kevin, quien estuvo diez años en cama y fue el primer niño cubano con tratamiento profiláctico para -en la medida de lo posible- detener los sangramientos de una enfermedad que hasta hoy no tiene cura.

El bloqueo ha provocado dolor en otra familia cubana. Han sido años de sufrimiento y tensión. Indigna saber que la necedad intenta doblegar la vida. Pero en Cuba siempre hay una esperanza; y para la familia de Kevin la confianza es más fuerte que el temor.

Ya Kevin tiene 16 años. Es un joven alto, de tez blanca, hablar pausado y seguro de su futuro. Ama las ciencias naturales, sueña con ser biólogo, seguir adelante y dedicarse a la investigación científica.

Imaginemos a #Cuba 24 horas sin el bloqueo impuesto por el gobierno de #EEUU desde hace casi seis décadas. ¿Cuántos beneficios socioeconómicos se reportarían? En el sector de la #salud, innumerables son los ejemplos.
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