La Habana, 28 agos (RHC) En medio de la crisis provocada por el nuevo coronavirus SARS-Cov-2, las autoridades sanitarias consideran al tabaquismo uno de los factores de riesgo para desarrollar formas graves de la COVID-19 y califican de letal la combinación de ambas enfermedades.
Según Nancy Suárez, especialista de I Grado en Higiene y Epidemiología, el hábito de fumar deteriora los componentes de los mecanismos de defensa del sistema respiratorio, en tanto fragmenta su inmunidad, disminuye su capacidad de respuesta ante la presencia del virus y facilita su entrada al organismo mediante receptores enzimáticos.
La doctora explicó que la COVID-19 ataca de manera particular a los pulmones y para introducirse en ese órgano utiliza el receptor de enzima convertidora de angiotensina 2, muy perjudicial para la salud humana cuando se encuentra en límites exacerbados.
El humo del tabaco incrementa los niveles de esos receptores y por tanto el SARS-Cov-2 encuentra terreno fértil para penetrar en los pulmones y perjudicar a las personas fumadoras, quienes tienen mayores posibilidades de sufrir las manifestaciones más severas de la patología, señaló.
Además del daño al aparato respiratorio, la adicción a la nicotina posibilita la aparición de diabetes mellitus, hipertensión arterial, infarto agudo de miocardio y arterioesclerosis, enfermedades que aumentan el riesgo de muerte en pacientes con la COVID-19, puntualizó la epidemióloga.
Suárez recomendó eliminar el consumo del tabaco, porque ello coloca a las personas en mejores condiciones para enfrentar la infección causada por el nuevo coronavirus y otros padecimientos no transmisibles.
Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud reportan la muerte de ocho millones de personas al año por tabaquismo y advierten el peligro que representa este en un escenario epidemiológico marcado por el virus causante de la COVID-19. (Fuente: ACN).