Una exposición previa al dengue, otro virus transmitido por mosquitos, podría agravar la potencia de la infección por zika, reveló un reciente estudio.

Hallazgos iniciales de expertos en Reino Unido, Francia y Tailandia sugieren que el zika usa las propias defensas del cuerpo humano como un "caballo de Troya", permitiéndole ingresar a las células sin ser detectado, divulga la revista Nature Immunology.

Una vez dentro de la célula, se multiplica con rapidez, añade el medio especializado británico.

Por eso, los científicos de esta investigación afirmaron que algunos anticuerpos del dengue pueden reconocer y unirse al zika debido a similitudes entre los dos virus.

Sin embargo, esos anticuerpos podrían también aumentar la infección por zika en un fenómeno llamado amplificación dependiente de anticuerpos, consideraron.

Este efecto ya es conocido con el dengue, y se cree que explica por qué cuando una persona sufre dengue por segunda vez, la infección con frecuencia es más grave que la primera, reflexionaron.

Aunque este trabajo está en una etapa muy inicial, sugiere que una exposición previa al virus del dengue podría agravar la infección por zika, dijo Gavin Screaton, profesor del Imperial College, quien encabezó la pesquisa.

Esta sería la razón de la severidad del actual brote, y por qué se ha manifestado en áreas donde el dengue es frecuente, agregó.

Las infecciones por dengue aumentaron en las últimas décadas. El virus causa unas 390 millones de casos por año globalmente, con un 40 por ciento de la población mundial viviendo en zonas de riesgo.

Por su parte, el Zika es transmitido por los mismos mosquitos del género Aedes y ha causado alarma en el continente americano desde que se descubrieron casos de microcefalia en Brasil, el país más afectado por el brote actual.

A propósito de ello en un segundo estudio del mismo equipo publicado en Nature, los científicos hallaron que uno de los varios anticuerpos contra el dengue también puede neutralizar el zika, lo que podría ser una potencial ayuda para la creación de una vacuna.

Necesitamos ahora más investigaciones para confirmar estos hallazgos y avanzar hacia una vacuna, dijo Screaton.

La microcefalia es una condición en que los bebés nacen con cerebros más pequeños de lo habitual.