Por Guadalupe Yaujar Díaz
El Instituto Superior de Arte (ISA), universidad cubana de las artes, única de su tipo en el país, abrió sus puertas el 1 de septiembre de 1976, y desde su creación ha graduado a más de 5 mil estudiantes cubanos y un centenar de extranjeros, bajo los principios de combinar la formación artística con el compromiso social.
A su estructura inicial, el ISA, dirigida entonces por el pedagogo y critico cubano Mario Rodríguez Alemán, Rector Fundador, contó con las facultades de Plásticas, Artes Escénicas y Música, devenidas, en el transcurso de cuatro décadas, en cinco facultades (Artes Plásticas, Arte Teatral, Arte de los Medios de Comunicación, Arte Danzario y Música) en las que se estudian 39 perfiles. De éstos, 24 tienen estudios precedentes en el Sistema Nacional de Enseñanza de las Artes y la Cultura. Los restantes son exclusivos del nivel universitario.
A la casa de altos estudios le precedió, en 1962, apenas a tres años del triunfo revolucionario, la Escuela Nacional de Arte (ENA).
Al otrora Country Club, ubicado en una zona residencial exclusiva de la burguesía republicana, en donde se alzó el hermoso conjunto arquitectónico que acoge el ISA desde hace 4 décadas, arribaron jóvenes de todo el país, de forma gratuita y sin distinciones sociales, siendo estos los primeros beneficiarios del sistema de enseñanza artística de la Isla.
Tres lustros después, se impuso la elevación de los egresados de la ENA que dio vida a la creación del ISA, asumiendo el tercer nivel de la enseñanza artística y que gana cada vez mayor prestigio internacional.
Diríase que en la matriz del Instituto Superior de Arte, ISA destaca, como voluntad política de nuestro país, la democratización del acceso a la formación artística universitaria y de postgrado, que garantizan el alto nivel posible a los creadores cubanos.
El ISA expandió su enseñanza por el país, en sedes o filiales radicadas en Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba. De ahí las especialidades de pregrado en las modalidades de Curso regular Diurno, Cursos por Encuentros y también de formación postgraduada que se extiende hasta provincias sin filiales, en contribución a la superación de los docentes de las escuelas de nivel elemental y medio.
El Instituto posee en su Claustro destacados artistas y maestros, representantes de las más avanzadas tendencias creativas y líneas de pensamiento y atesora entre sus Decanos fundadores nombres como el escultor hispano-cubano Enrique Moret, por Artes Plásticas; el profesor Juan José Fuxá, por Artes Escénicas, y el relevante compositor, también natural de la península ibérica, José Ardévol, por Música.
También prestigian la fundación de la universidad cubana de las Artes, Fernando, Alberto y Alicia Alonso, Argeliers León, Harold Gramatges, Mario Rodríguez Alemán y entre el Claustro inicial figuran Isaac Nicola, fundador de la Escuela Cubana de Guitarra; el investigador e historiador del Teatro cubano Rine Leal Pérez, el pintor Adigio Benítez y los músicos y pedagogos Juan Jorge Junco y Domingo Aragú.
En la actualidad más de 350 profesores, numerosos artistas en ejercicio, imprimen vitalidad y actualización pedagógica a la Institución, al tiempo que amplía su campo de trabajo , incluyéndose la preparación de profesores cubanos y extranjeros que optan por el grado de Doctor en Ciencias sobre el Arte.
En 1996 el centro de altos estudios estableció el Premio Nacional de la Enseñanza Artística concebido para reconocer la obra de toda una vida al servicio de la enseñanza de las artes. Recibió también la Medalla Alejo Carpentier por su notable acción cultural y en 1999 se hizo acreedor del Premio Imperial, que confiere la Asociación Japonesa de las Artes en reconocimiento a la excelente labor que realiza en la formación de varias generaciones de artistas de las diversas disciplinas.
Lastimosamente, por un largo periodo, las hermosas construcciones de la universidad de las Artes cubanas han sufrido el deterioro de sus instalaciones. Afortunadamente esta obra representativa del arte de la Revolución recibe restauración y pronto esta universidad merecerá definitivamente el sobrenombre de Joya de la Cultura Cubana, con que el Fidel Castro la renombrara en octubre de de 2004.
Mientras se lleva adelante el programa integral de gestión del patrimonio que atesora este inmueble declarado Monumento Nacional, el ISA mantiene, desde su génesis, las tendencias contemporáneas del arte en Latinoamérica. La crítica especializada y artistas de renombre de todo el mundo elogian la calidad de su trabajo.
Instituciones similares del llamado Primer Mundo reconocen la calidad de los estudiantes cubanos en el ámbito internacional, cuando muchos alumnos, aún sin graduarse del nivel superior, laboran ya como profesionales, en tanto otros asumen presentaciones, exposiciones y compromisos foráneos recibiendo premios en importantes concursos y festivales.
La Universidad de las Artes, a 40 años de su fundación, consolida su trabajo en la enseñanza artística y se convierte en referente de instituciones académicas similares en la región. “La misión principal de esta universidad es formar artistas de excelencia interesados en mejorar la calidad de vida de sus coterráneos. Para lograrlo, hay que ser primero un buen creador, capaz de retribuir con esmero los conocimientos adquiridos”, argumentó recientemente el doctor Rolando González Patricio, rector del ISA.