En muy poco tiempo, el Complejo Cultural y Gastronómico Vista Hermosa, de Santa Clara, ha demostrado que los servicios estatales también pueden ser eficientes y competitivos, tal como lo muestra la gran afluencia de clientes que a diario visita sus instalaciones.
Compuesto por tres restaurantes, una discoteca, un cabaret y un punto de venta de alimentos al detalle, el bello centro santaclareño ha logrado diversificar sus propuestas para la familia y otros sectores de la sociedad, quienes encuentran allí el espacio ideal para la recreación, el esparcimiento y la degustación de una buena comida.
Así, por ejemplo, los sábados de cuatro a ocho de la noche los adolescentes tienen reservado un tiempo en la discoteca en el que escuchan música, preferentemente cubana, y adquieren confituras y refrescos, entre otras golosinas, refiere José Antonio Pérez administrador de la instalación.
De igual manera, para los infantes los domingos existe una propuesta teatral en la que intervienen colectivos de la provincia especializados en el trabajo para niños, a la que asisten cientos de ellos en compañía de sus padres, señala Pérez León.
En ese sitio también funciona un espacio para los amantes de la música de la llamada década prodigiosa, quienes tienen la posibilidad de compartir con sus parejas los domingos en la tarde noche, antes de que el local de paso a su función principal que es la de servir como discoteca para los más jóvenes.
Respecto al cabaret, el director del Vista Hermosa refiere que ese espacioso lugar, donde caben 500 personas sentadas, tiene en su programación días dedicados a los trovadores y a quienes prefieren la canción, quedando los miércoles y el fin de semana para espectáculos con artistas del patio o nacionales, señala Antonio, quien precisa que el precio oscila entre los cinco CUC a consumir dos, o un poco mayor cuanto se trata de un artista reconocido.
Pero Vista Hermosa no solo es distracción; también quienes deseen degustar una exquisita comida criolla o italiana pueden asistir a cualquiera de sus tres restaurantes donde encontrará una tentadora oferta, toda en moneda nacional, excepto los líquidos y determinados platos con un poco más de exclusividad, reconoce Flora Díaz López, segunda administradora de la instalación.
“Aquí los precios de los platos principales oscilan entre los 16 y 20 pesos, los que en el caso de los arroces resultan mucho más baratos”, asegura la directiva, quien añade, que debido a esa razón y por la atención brindada, por allí pasan a diario más de 200 personas para almorzar o comer.
Clientes habituales del lugar, como Maribel Leiva o Frank García, reconocen la calidad en los servicios prestados, algo que dicen no ocurre en muchos lugares. Al respecto, Luz Marina Cuevas, quien frecuenta la instalación señala que fue allí cuando esta abrió sus puertasy después ha repetido la visita en varias ocasiones, en las que ha podido comprobar que mantienen muy buen servicio.
