La Habana, 23 ago (RHC) Poquito a poco, recogiendo refranes por aquí y por allá y grabándolos en los ladrillos, el cubano Tomás Álvarez de los Ríos construyó su casa en las afueras de la ciudad de Sancti Spíritus.
Las paredes, las columnas, atesoran miles de sentencias y dichos, así como el testimonio de las personalidades que visitaron su hogar.
Tomás murió con más de noventa años en 2008, en la casa vive actualmente su sobrina, quien está decidida a proteger este gran legado.
Hizo falta hacer algunas reparaciones, pero la mayor cantidad de los refranes se conservan. Son un gran compendio de la sabiduría popular… Uno lee estas paredes como si leyera un libro.(Foto/Yuris Nórido)