por Mayra Pardillo Gómez
A pocos kilómetros de Sancti Spíritus y habitado por pescadores desde el siglo XIX, está Tunas de Zaza, un pueblecito marino, a semejanza de Cojímar -al occidente del país-, y que como este tuvo estrechos vínculos con excelentes escritores.
De generación en generación, sin temores hacia el mar -más bien enfrentándolo con valentía y sobre todo con pasión-, los tuneros se dedican a las labores de pesca desde 1840, año en que se fundó esa comunidad perteneciente al municipio de Sancti Spíritus.
Al hablarse del cultivo del camarón o la langosta en esta provincia al centro de Cuba, hay que hacer referencia obligada a ese terruño, el cual conserva una valiosa historia, al resistir un bombardeo en 1898 como consecuencia de la guerra hispano-cubano-norteamericana.
El escritor cubano Onelio Jorge Cardoso (1914-1986), catalogado como el Cuentero Mayor, describió a Tunas de Zaza como 'una lengua de tierra robada al mar'.
En junio de 1955, el narrador publicó una crónica en la revista Carteles sobre este lugar que lo impresionó sobremanera y que se alza en la costa sur de Sancti Spíritus. Según cifras actuales, cuenta con una población de tres mil 489 habitantes.
'Mucho mangle rojo y negro. Se detiene el gascar y ya tenemos delante el pueblo de Tunas de Zaza. De frente, por la derecha está el embarcadero donde los centrales Natividad, Amazonas, Tuinucú y La Vega suelen exportar sus azúcares', sentenció.
'El almacén oscuro y el muelle bueno están reñidos con las casas de madera del pueblo, a la izquierda principalmente, formado por una fila de casas sobre estacas y unidas todas por una larga acera de tablones, también sobre estacas, que van rectos al parecer hasta la orilla del mar', continúa.
Rodeada de historia
El 21 de abril de 1898 Estados Unidos declaró formalmente la guerra a España y el 22 del mismo mes comenzó el bloqueo a los puertos cubanos por la Marina de Guerra norteamericana.
Fueron bombardeados, desde abril a julio, los puertos de Matanzas, Cárdenas, Baracoa, Manzanillo, Santa Cruz del Sur y Tunas de Zaza.
Los días 30 de junio, 1, 2, 18 y 26 de julio de 1898 buques de guerra norteamericanos bombardean el humilde poblado de pescadores de Tunas de Zaza, provocando el terror en la indefensa población civil, así como la destrucción de sus hogares y graves afectaciones a la línea férrea, el puente y el puerto.
Datos históricos consultados señalan que en este criminal ataque fueron utilizados cañones Krupp de tiro rápido y ametralladoras Nerdeufelt.
Fueron dos los buques de la escuadra estadounidense, el Helen y el Peoria, los que cañonearon Tunas de Zaza para intimidar a las fuerzas cubanas acantonadas en zonas de El Jíbaro.
La defensa del poblado fue heroica, sobre todo por la respuesta artillera del fuerte hispano ubicado en las cercanías ante los bombardeos de los barcos atacantes.
Pocos años atrás a bordo del vapor 'José Martí' desembarcan cubanos en las costas espirituanas por Punta Caney, cerca de Tunas de Zaza, en la noche del 24 de julio de 1895, dijo en declaraciones a Prensa Latina Carlos Gómez, vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí en Sancti Spíritus.
Se conoce como la expedición gloriosa y fue la más grande del 95, tanto por la cantidad de hombres (150) como por el aporte en armamento y en ella viajaron, entre otros, Carlos Roloff, José María (Mayía) Rodríguez, Serafín Sánchez Valdivia y Fermín Valdés Domínguez, detalló.
Sánchez Valdivia y Valdés Domínguez fueron dos entrañables amigos de José Martí, el primero de ellos incluso sostuvo un extenso intercambio epistolar con el llamado Maestro o Apóstol.
También venía Pedro Larrea Mustelier, quien alcanzó los grados de capitán en la guerra de independencia y organizó en Sancti Spíritus los gremios obreros de los torcedores que en 1918 construyeron aquí la Casa de los Obreros, subrayó.
'Santiaguero (zona oriental del país) de nacimiento, Larrea Mustelier vivió y se casó en Sancti Spíritus, donde formó su familia y fue dueño de un periódico', precisó.
Serafín Sánchez, en honor al Héroe Nacional José Martí (1853-1895), como 'deuda que sentía por el fracasado Plan de la Fernandina le puso al vapor el nombre del más universal de los cubanos', puntualizó.
Máximo Gómez en su diario expresó: 'Solo dos hechos han marcado la guerra hasta este momento la Batalla de Peralejo, dirigida por Antonio Maceo, y la expedición Sánchez-Roloff', escribió.
Mirando al puerto y su comercio
'Con la expansión del comercio las comunicaciones terrestres unen a la villa del Espíritu Santo con el oriente y el occidente del país. Los productos locales salen al mercado internacional a través del puerto de Tunas de Zaza hasta que en el siglo XVII es desplazado por el puerto de Casilda, en Trinidad'.
Así lo señala el periodista y escritor espirituano Raúl I. García Álvarez en su libro Sancti Spíritus, Epílogo para una historia inconclusa.
Al cerrarse el puerto de Tunas de Zaza en 1675, el desarrollo azucarero espirituano se atrasa, mientras florecía en otras zonas como Trinidad.
Tunas de Zaza fue una ciudad muy comercial por aquella época, al poseer un ferrocarril que cubría la ruta desde Sancti Spíritus hasta el puerto tunero, uno de los de mayor actividad económica en ese entonces en Cuba.
Desde allí se exportaba el azúcar de los ingenios espirituanos de Natividad, Amazonas, Tuinucú y La Vega.
Incluso el carbón se importaba de Inglaterra por ese pueblito marino y en 1864 se crea el ramal ferroviario entre Sancti Spíritus y el tan mencionado puerto.
El poblado que maravilló y describió Onelio Jorge Cardoso, el Cuentero Mayor, continúa en el mismo lugar, acariciado por las olas del mar, el olor a salitre y esos temerarios pescadores que exhiben como trofeo de sus hazañas la curtida por el sol.
(PL)