Por: Fidel Alejandro Manzanares
Camagüey, Cuba, 5 oct (RHC) Apuntes historiográficos ilustran la entrada de la provincia cubana de Camagüey a las gestas independentistas el 4 de noviembre de 1868.
En esa época al llamado de Salvador Cisneros Betancourt, 76 revolucionarios llegaron a Las Clavellinas, sobre el río Saramaguacán, distante 12 kilómetros al norte de la otrora villa de Puerto del Príncipe.
Con el alzamiento en Las Clavellinas entró Camagüey, al centro-este de Cuba, en la guerra contra el colonialismo español, que había iniciado Carlos Manuel de Céspedes, en su ingenio azucarero La Demajagua, al oriente del país, el 10 de octubre.
”La ciudad parecía una colmena alborotada (...) todos convocados por el grito de !Viva Cuba Libre!, aunque quedase mucho por recorrer en el camino para lograr la unidad entre las fuerzas cubanas, señala en sus apuntes la presidenta de la Unión de Historiadores, Elda Cento.
Sin embargo, ya había sido anticipado el camino de la lucha armada casi dos décadas antes con la inmolación de Joaquín de Agüero y sus compañeros, quienes se levantaron en armas en la hacienda Francisco de Jucaral el 4 de julio de 1851, pero finalmente fueron capturados y fusilados.
Este líder separatista había dado la libertad a sus ocho esclavos en 1843.
La premisa independentista en esta región tuvo su génesis con la participación de algunos camagüeyanos, entre ellos el mismo Agüero, en la conspiración Soles y Rayos de Bolívar, de acuerdo con el historiador Fernando Crespo Baró.
Esa conspiración estuvo orientada a crear en Cuba una República con la ayuda de Venezuela y Colombia, entre 1822 y 1824, pero fue penetrada por los servicios de inteligencia coloniales y liquidada.
“Inspirados en estas ideas, Camagüey se alzó el 4 de noviembre de 1868, pero se requería reunir los tres territorios”, apuntó.
“Carlos Manuel de Céspedes era la cabeza del movimiento revolucionario en oriente, Salvador Cisneros en Camagüey, Miguel Jerónimo Gutiérrez en el centro de la isla, resultaron los líderes del proceso”, expresó el investigador.
Así tuvo lugar la Asamblea de Guáimaro, poblado de la jurisdicción de Puerto del Príncipe, que fue la reunión cumbre de los patriotas cubanos alzados en armas de Oriente, Camagüey y Las Villas, entre el 10 y el 12 de abril de 1869, considerado un decisivo paso de avance en la formación nacional y en el desarrollo de la conciencia patriótica.
El resultado principal de la Asamblea de Guáimaro fue la redacción de la primera Constitución de la República de Cuba en Armas, expresiva de la voluntad del movimiento independentista y de la organización política que se dieron los libertadores de 1868.
Indicó Crespo Baró que no fue hasta de abril de 1869, con la Constitución de Guáimaro, que se tuvo una precisa idea de la necesidad de lograr una patria nueva.
Pocos días después de la citada reunión, Ignacio Agramonte, quien se convertiría en uno de los líderes más sobresalientes de la Guerra de los Diez Años (1868-1878), fue nombrado Mayor General del Ejército Libertador y jefe de la División de Camagüey.
Agramonte, principal figura en la lucha armada en Camagüey, planteó la premisa de “Justicia, unidad y razón” para lograr el bienestar de la sociedad.
Precisamente el jefe regional, a quien el Apóstol de Cuba, José Martí, describiera como “Diamante con alma de beso”, se convirtió en el principal estandarte y guía de las tropas, referente de la táctica militar para la época.
Al referirse al héroe, el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, expresó: “Logra hacer prevalecer sus criterios y arrastrar a sus compañeros a la lucha, y se consolida el levantamiento armado en Camagüey. Ese fue el primer servicio extraordinario prestado por Ignacio Agramonte a la lucha por la independencia”.
Para las luchas libertarias en Camagüey, las ideas del también conocido como El Mayor, graduado en la facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, resultaron vitales en el futuro nacional.
Camagüey y sus patriotas en los inicios de las luchas por la independencia definitiva de Cuba, que se logra el Primero de Enero de 1959, se convirtieron en un verdadero ejemplo.
“En Guáimaro, Camagüey, nació la Constitución de 1869. Paradigma de la República, de esos anhelos de igualdad, justicia, derecho, libertad”, concluyó el profesor, Hijo Ilustre de la localidad.
A una centuria y media del inicio de las guerras contra el dominio español, el pueblo camagüeyano recuerda el legado de sus grandes próceres.
Una lista que incluye ilustres de la talla de Agramonte, y que guarda un glorioso patrimonio revolucionario, identificado además dentro de su cultura y tradición. (Fuente:PL)