El Son, con trova y sin traba

Editado por Pedro Manuel Otero
2018-12-24 11:40:03

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Oderkis Revé. Foto/ internet

Por Mialdys Borges

Todo un  despelote de movimientos  el miércoles pasado en el patio de la UNEAC, Unión de Escritores y Artistas de Cuba. El audio animaba la escena, la gente iba llegando  de a  poco y  Andrés Pedroso, el anfitrión principal del espacio TROVA SIN TRABA  tenía casi  en punto de arrancada a los  muchachos de Manguaré.

En unos minutos, entró Cotó , con su inseparable Tres dentro de un estuche blanco;  más  tarde  Valoy, exhibiendo uno de sus mejores sombreros   y por último, Oderkis Revé y su  mitra de caracoles en la frente. Ya saben, con cada llegada,   fuertes  abrazos a lo cubano, sonados apretones de manos, repetidas  palmadas  en el  hombro  y un cierre de saludo con  explosivas  carcajadas. El público miraba sonriente y el ambiente auguraba descarga  musical de soneros.

Pasadas las cinco de la tarde,  Pedroso y sus músicos se posicionaron ante cada instrumento;  él,  detrás de  su  contrabajo;   una de sus hijas, en la flauta y la otra, dispuesta para cantar; los demás, en sus puestos  pero, por una increíble casualidad , el tresero no llegaba y el encuentro ya tenía que empezar. 

Cotó respondió con creces,  como bateador emergente y el espectáculo tomó su curso.

Nada más irrumpir la música en vivo y los más animados comenzaron a bailar, otros ondulaban en sus asientos y los demás, a la expectativa .De pronto, aplausos para Cotó que,  emocionado,  hundía y desparramaba con destreza  sus dedos por las cuerdas del Tres; los músicos dejan, entonces, que se luzca bien en un solo con el  instrumento y llueven más  aplausos. Un  nuevo número musical, más bailadores  y así fue hasta que llegó el instrumentista  que faltaba y todo siguió fluyendo.

El animador dio luego  la  bienvenida a los asistentes y agradeció  la presencia de estrellas del son cubano. Seguidamente presentó a tres  jóvenes intérpretes que suavizaron  el panorama sonoro con boleros. Manguaré volvió a la carga, la  gente, otra vez  a moverse y de pronto, Oderkis Revé que  aparece tocando  magistralmente el  timbal. En otro momento,  Valoy   improvisa inspirándose en el  son,  como sólo lo sabe hacer un maestro de larga trayectoria en ese arte tan  difícil.

Llego el tiempo  de agradecer y varios músicos cubanos, entre ellos Valoy, Oderkis y Cotó, reciben  un lindo diploma y el reconocimiento público por su colaboración en el proyecto Retomando el Son, acogido de manera  especial en  la descarga de esa tarde  y que, dirigido por  Luis Llamo, tiene ahora su accionar en el  municipio Centro Habana. Yurumí,  Cándido Fabré, Adalberto Álvarez, Jesús Aguaje Ramos,  El Nene, el Septeto Ignacio Piñeiro figuran también en el  grupo de los mencionados.

El cierre fue pura conexión sonera con las raíces africanas, en el cual Oderkis volvió de imprevisto a la escena, ahora en condición de  cantante, seguido por los músicos de  Manguaré y el público, en un solo coro.

Aunque sencillo y espontáneo, todo resultó  contagioso y de pura  cubanía, reafirmatorio  de lo que somos  como pueblo y     en  momento en que los intérpretes del género piden más apoyo de los medios, las instituciones y las escuelas de músicas para que el son nunca muera.

 

 


 



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