El origen del nombre de la provincia cubana, Ciego de Ávila, se relaciona con la Colonización española. Se dice  que es fruto de la combinación de dos términos: Ciego, en aquellos tiempos se le refería a un terreno llano rodeado por bosques y Ávila por ser el apellido de uno de los conquistadores españoles de la región.

En el año de la fundación de la ciudad, 1840, se edificaron las primeras viviendas que fueron ocupadas por 263 habitantes. Situada en terreno arenoso y bajo, rodeada de sabana por doquier y potreros, en 1860 contaba su población con 310 personas.

Con el transcurso de los años, realmente de los siglos, la fertilidad de la tierra permitió que la zona se fuera poblando y prosperando, beneficiándose de encontrarse en el camino por tierra de La Habana a Santiago de Cuba

Al principio esta vía no era muy transitada, pero era mantenida para facilitar que el agente de Correos pudiera transitarla dos veces al mes, una en cada dirección.

Con el mejoramiento de las comunicaciones fueron mejorando tal camino que llegó a ser el patrón para otras vías más modernas, como el ferrocarril, culminando en la Carretera Central, que es la gran arteria que une a Cuba en una sola unidad.

Ciego de Ávila llegó a ser una ciudad dinámica y afluente. En ella se hallaban armonizados y juntos el progreso agrícola, ganadero e industrial, a la par de ellos el económico.

Ubicada en la parte central de la isla de Cuba, limitando al oeste con Sancti Spíritus, al norte con el Estrecho de la Florida, al este con Camagüey y al sur con el Mar Caribe. Ocupa el séptimo lugar en extensión entre las provincias con 6 946,90 kilómetros cuadrados, representando el 6,3% de la superficie total del país.

La capital provincial, la ciudad Ciego de Ávila se caracteriza por la regularidad del trazado en cuadrícula y la presencia de portales corridos y columnas neoclásicas de variado diseño que definen la imagen de este territorio. (Internet)