Por: Yenli Lemus Domínguez
Matanzas, 23 mar (RHC) Matanzas es una ciudad predestinada a ser turística –afirmó Leonel Pérez Orozco, Conservador de la primera urbe moderna en Cuba-, porque, además de todos sus aportes a la cultura, mantiene un equilibrio perfecto entre los paisajes naturales y la arquitectura.
En el siglo XVIII se habilitó en Matanzas el primer centro turístico con visitas guiadas, en la cueva de la Campana-añadió Leonel-, la localidad está rodeada de ambientes interesantes, y las cuevas están entre sus mayores atractivos.
Hay que reconocer a su vez que la llamada Atenas de Cuba tiene en su periferia el centro turístico más antiguo del país en explotación desde la década del 60 del siglo XIX, la cueva de Bellamar, por cuanto su vocación para el ocio siempre ha estado presente, afirmó Leonel.
Con solo caminar dos kilómetros fuera del Centro Histórico yumurino, Monumento Nacional, el visitante encuentra ríos, abras, valles, cuevas, playas, manantiales, montañas, terrazas marinas y una hermosa bahía, que resalta asimismo por su profundidad, comentó el investigador.
Los aportes a la cultura nacional, como cuna del danzón y la rumba, géneros patrimoniales; y de renombrados poetas entre los que se incluyen José Jacinto Milanés, importante autor del romanticismo en el siglo XIX; y Carilda Oliver, Premio Nacional de Literatura, precursora de las letras hispanoamericanas; resaltan también entre los atractivos del occidental territorio, declarado destino turístico en el mes de octubre último.
El orgullo de transitar por una ciudad de 325 años estimuló disímiles proyectos que aprovechan sus potencialidades; interés que continúa en los programas que impulsan las oficinas del Conservador y el Historiador.
Entre los espacios más relevantes reanimados recientemente se incluyen la Plaza de La Vigía, donde confluyen belleza arquitectónica y riqueza cultural, con museos; el emblemático teatro Sauto, en restauración capital; y Ediciones Vigía, sello que se distingue por la creación de libros manufacturados.
Tenemos también la renovada calle de Narváez como corredor peatonal-cultural, donde antiguos depósitos de azúcar que constituían parte de típicas casas-almacén los ocupan ahora proyectos culturales de excelencia, añadió Orozco.
Los Hoteles Velasco y Louvre, muy cercanos al impecable Museo Farmacéutico, Monumento Nacional; permitirán al visitante asentarse en unos dominios que constituyen notable exponente del neoclasicismo, donde actualmente se desarrolla la planta hotelera para que muchos más excursionistas tengan la opción de conocer la ciudad de día y de noche.
Es Matanzas interesante desde el propio origen de su nombre, reminiscente toponímico del primer acto de rebeldía aborigen en Cuba, del cual existe constancia documental; la riqueza de su historia, la belleza del arte que desde ella emana y la singularidad de sus paisajes, confirman su vocación turística. Conocerla ha de ser una necesidad para quienes pretendan descubrir las esencias de la Antillas. (Fuente: ACN)