Las tres grandes esculturas que se encuentran en el Capitolio fueron realizadas por el escultor italiano Angelo Zanelli. El artista llegó a La Habana en 1927 para moderlarlas en breve plazo por encargo del secretario de Obras Públicas del gobierno de Machado, doctor Carlos Miguel de Céspedes.
Dos de ellas en el exterior a los lados de la escalinata de granito, representan el Trabajo y la Virtud. La otra estatua, interior, simboliza la República.
Los dos grupos escultóricos que custodian la majestuosa escalera de 55 peldaños, hechos en bronce, miden 6,50 metros de altura cada uno.
La impresionante estatua “La República” ubicada en el magnífico Salón de los Pasos Perdidos y situada bajo la cúpula, es de bronce fundido dorada electrolíticamente y es hueca, aún así pesa 30 toneladas.
Con una altura de 17,54 metros la convierte en la tercera mayor estatua bajo techo que existe en el mundo, superada por el Buda de Oro de Nava, Japón y por la de Abraham Lincoln, en Washington.
Para esta pieza principal que simbolizaría a la República de Cuba, Zanelli debía servirse de mujeres típicas del país y recordar a Palas Atenea, diosa griega de la sabiduría.
Encontró su fuente de inspiración en el rostro de facciones bien definidas de Elena de Cárdenas, esposa de su amigo y coterráneo Stefano Calcavecchia.
Posteriormente completaría la figura con el cuerpo de Lily Valty, mestiza criolla de mediana edad, senos prominentes y abundantes caderas
Como emblema de libertad en su cabeza reposa un gorro frigio,su brazo derecho levantado, lejos de empuñar, sostiene con delicadeza una lanza con aire victorioso, en contraposición con su mano izquierda que descansa sobre el Escudo de Cuba.
En su interior, la estatua tiene unos poderosos tensores que la sostienen y un túnel subterráneo que comienza en un salón cercano posibilita el acceso a esta zona. (Internet)