Por: MSc. Martha Eugenia López Villeda,
La Habana, 26 jul (RHC) Fidel dijo: “Había transcurrido alrededor de un año del golpe de Estado cuando elaboré de nuevo una estrategia revolucionaria para la conquista del poder.
Fue en el mes de marzo del año 1953 cuando ya teníamos una fuerza superior a la de todos los demás grupos revolucionarios juntos. …. Fue cuando elaboré la idea, la esencia de lo que hicimos después: atacar el Cartel Moncada, sublevar la ciudad de Santiago de Cuba, vencer la resistencia, decretar la huelga general de todo el país, lanzar el programa revolucionario.
Era la ocasión de desarrollar las ideas que concebimos -desde el punto de vista político, como programa político social- antes del 10 de marzo de 1952. (1)
…”ya yo tenía una concepción marxista y conocía que había que realizar una revolución popular…(2
“Siempre tuvimos la idea de que la revolución solo podía hacerse con las masas, pero como echar a andar las masas en las condiciones de Cuba… Yo afirmaba que la acción armada nuestra iba a ser –como fue también después la lucha guerrillera- el pequeño motor que ayudaría a arrancar el gran motor de las masas”. (3)
Sobre su ejecución ha expuesto: “A la distancia de 1 000 km. Nosotros pudimos sincronizar las acciones, La llegada de los hombres y las armas se produjo unas horas antes del ataque. ¡A 1000 km. de distancia! ¡Qué tarea! Fue verdaderamente asombroso hacerlo en la clandestinidad, pese a todos los confidentes, los policías y la vigilancia de Batista. Fue una misión realmente dura y arriesgada. Así que el entrenamiento de la gente, la adquisición de las armas, su traslado, la transportación de los compañeros, todo lo que parecía muy difícil, salió perfecto. Ya disponíamos de un grupo que funcionaba como un reloj, gente muy consagrada a la lucha.”
“En toda la historia de la Revolución las tareas más complejas que resolvimos fueron las que precedieron al 26 de julio, porque aquí todos los intentos revolucionarios se descubrían apenas empezaban… Adoptamos las medidas para hacer todo aquel enorme movimiento en absoluto secreto. Desde luego, la gente iba dispuesta a cumplir su misión… (4)
En el más absoluto secreto seleccionamos a los combatientes y dimos instrucciones a los jefes de las células que iban a participar y organizar la movilización desde la Habana hasta Santiago de Cuba, tuvimos que alquilar alrededor de 20 automóviles en que viajarían varios grupos, Lo hicimos en la Habana también por medio de créditos” (5)
Yo recorrí los alrededores (en Santiago de Cuba) durante los preparativos, muchas semanas antes de la acción. Aquellos lugares los estudie y escogimos, sin duda, el mejor con la carretera que llegaba por el campo y desembocaba en la cuidad, cinco o seis cuadras antes de llegar al cuarte para atacarlo por un flanco. (6)
“Personalmente vi a los cuadros que se trasladarían. Indique lo que cada uno de ellos debía hacer, di todas las instrucciones. Casi fui el último en salir, o al menos estuve entre los últimos. (7)
…”No hubo ningún tropiezo serio en el camino y ya en Santiago estaban dispuestas las armas, la casa habilitada. Todo lo que hicimos en Santiago lo ejecutamos igual en Bayamo, pero en pequeña escala. … Todo el mundo tenía la impresión que había llegado la hora de la acción, que un viaje de 1000 km. No se daba para una práctica”.
En cuanto al traslado de armas Fidel dice: “En aquel traslado de armas trabajaron varios compañeros. Melba y Yeye… desempeñaron un papel muy importante en la misión, porque en cada una de aquellas maletas que llevaban como si fuera su equipaje iban cinco escopetas, seis escopetas. .. Nuestra gente era así en general muy temeraria. Eran compañeros escogidos...” (9) Entre los escogidos muy pocos eran estudiantes fundamentalmente fueron obreros y campesinos.
Poco antes de salir el grupo para los ataques, Fidel se dirigió a los combatientes:Compañeros, Podrán vencer dentro de unas horas, o ser vencidos, pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras este movimiento triunfará. Si vencen mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la Isla. ¡Jóvenes del centenario del Apóstol, como en el 68 y en el 95, aquí, en Oriente damos el primer grito de LIBERTAD O MUERTE!
Ya conocen ustedes el objetivo del plan. Sin duda alguna es peligrosa y todo el que salga conmigo de aquí esta noche debe hacerlo por su absoluta voluntad. Aún están a tiempo para decidirse. De todos modos, algunos tendrán que quedarse por falta de armas. Los que estén determinados a ir den un paso al frente. La consigna es no matar, si no por última necesidad.(10)
El plan de ataque había sido minuciosamente planificado, pero hechos casuales en su aplicación llevaron al fracaso. Perdieron la vida en el enfrentamiento, cinco personas y fueron apresados por fuerzas de la tiranía 113, asesinando a 56, algunos de forma cruel, lo que elevó el total de bajas mortales a 61 atacantes.
Los ataques conmovieron al país, logró su principal objetivo, fue el detonador para emprender la nueva etapa de la lucha revolucionaria en Cuba.
Autor. MSc. Martha Eugenia López Villeda, mexicana, incorporada al proceso revolucionario cubano desde 1955, ha escrito varios libros, entre ellos, “Creo en Fidel” y varios artículos.
1) Fidel Castro Ruz, Guerrillero del Tiempo, Pag. 136
2) Ibid 146
3) Ibid 148
4) Ibid 165
5) Ibid 176
6) Ibid 174
7) Ibid 178
8) Ibid 181
9) Ibid 166
10) Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)