Por Martha Ríos
Moisés Simons (1889-1945) es uno de los compositores cubanos más universales. Alcanzó su inmortalidad con un pregón.
Cuentan que antes de terminar la década del 20 del pasado siglo, su amigo, el escritor Alejo Carpentier (1904-1980), le pidió una pieza corta para separar dos escenas en un libreto.
Estaban sentados a una mesa, en un café de La Habana, y el músico que era muy diestro ya, frisaba entonces los 38 años, escribió sobre una servilleta las notas de ‘El manisero’.
Video tomado de Youtube
Claro que no tenía ni la más remota idea de la popularidad que alcanzaría. En 1927, Rita Montaner (1900-1958) grabó la obra para el sello discográfico Columbia.
Al año siguiente, Antonio Machín (1903-1977) conquistaba el público de Nueva York con ‘El manisero’; y en 1930 no había orquesta de cubanos en Europa que no lo tuviera en su repertorio.
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Tanto auge alcanzó que el tema musical de la película ‘The Cuban song’, de la Metro Goldwing Mayer, fue el referido pregón interpretado al piano por Ernesto Lecuona (1895-1963); y en los años 50, el filme ‘Nace una estrella’, incluyó un fragmento cantado.
Pero Simons no solo es recordado por la pieza que lo inmortalizó. También le dio vida a unas 40 operetas que mucho brillaron en Francia y España, fundamentalmente.
La que más resonancia tuvo fue ‘Toi C’est moi’, en 1934, escrita en colaboración con Henri Duvernois, un novelista francés muy popular.
Al escucharla, Carpentier le dedicó una crónica en la que empleó frases elogiosas. Fue publicada en La Habana, en la revista Carteles.
Escribió entonces, que era el mayor acierto del músico cubano “porque hay ingeniosos contrapuntos, efectos de sonoridad tan hábiles como novedosos: la cantata construida sobre la escala de do mayor, y un bailable en el que los flautines, las cuerdas y la percusión se unen en un movimiento dinámico de una fuerza rítmica irresistible”.
Así de exitosa fue la carrera de este artista habanero quien solo vivió 55 años. Su creación más popular: ‘El manisero’, se sigue entonando como si cada 24 de agosto, fecha del natalicio de su autor, se renovara con mejores bríos.
