La Habana, 28 ago (RHC) La Casa de la Victrola, proyecto cultural de la ciudad cubana de Holguín, constituye un atractivo para los melómanos y en especial para los amantes de la historia y la música antigua.
Este museo impacta por ofrecer a modo de muestra permanente una colección de grabadores y reproductores de sonidos mecánicos y acústicos creados en el transcurso del siglo XIX y las primeras tres décadas de la siguiente centuria.
Allí el visitante podrá encontrar 14 piezas originales, entre ellas un Fonógrafo Edison modelo c (1898), un gramófono Víctor 1 (1905) y una Amberola Edison modelo 30 (1912), fabricados en New Jersey, Estados Unidos.
Todos funcionan gracias a la minuciosa y constante labor de investigación y reparación de Jorge Luis Betancourt Sánchez, violinista de profesión y apasionado amante de la historia y la arqueología, a lo que une el conocimiento exhaustivo de las técnicas de restauración.
El interés por las victrolas se acentuó en él a partir de 2011 y desde entonces no ha escatimado tiempo ni recursos financieros propios al trasladarse a cualquier sitio de la provincia de Holguín o fuera de esta, tras viejos equipos de música, aun en mal estado.
Este sitio, ubicado en las alrededores del parque Calixto García y surgido con el apoyo de las máximas autoridades políticas y del gobierno del territorio no se concibe sin la interacción constante con el público, que tiene la posibilidad de escuchar cualquiera de los más de mil discos coleccionados por Jorge Luis Betancourt.
Muchos de los fonogramas contienen lo mejor de la música sinfónica del pasado siglo y grabaciones originales del afamado tenor italiano Enrico Caruso y de celebridades del pentagrama nacional como Ernesto Lecuona y Rita Montaner.
De acuerdo con Betancourt, para los estudiantes de Arte Lírico se abre un espacio especial, porque junto a sus profesores podrán acudir a audiciones en las que apreciarán los matices propios con que grandes directores de orquestas o cantantes famosos interpretaban sus creaciones. (Fuente: ACN)