Por Marianela Samper
La Habana, 3 nov (RHC) La distribución del combustible pone en tensión a los transportistas privados en La Habana, este fin de semana.
Se conocen las causas que motivan la situación, así como los esfuerzos del país para sortear este nuevo obstáculo del bloqueo de Estados Unidos a Cuba, dirigido a causar daño a la economía, molestar e irritar a la población.
Las personas se avisan dónde hay gasolina, también llaman al puesto de distribución CUPET - CIMEX, entre ellas, yo.
Hay que calcular la distancia del reencuentro y lo que queda de combustible en el tanque para llegar con el vehículo.
Lo más destacable de todo esto es la persona ‘fuera de serie’ que responde al teléfono del punto de distribución.
Identifica el lugar, diligente y amable da información. Además, cooperativo. Se interesa por el municipio donde te encuentras para darte el lugar más próximo y otros en localidades cercanas a esa área.
Por su voz parece una persona joven, lo más significativo es la vocación de hacer un buen servicio público que en momentos como estos es tan preciado como comprar la gasolina.
Le agradecí la gestión y el trato, que debería ser la regla, y antes de concluir la llamada pude obtener su nombre, Luis Despaigne Caballero.
Comparto estas líneas con el pueblo, sus colegas de trabajo, directivos…, vale reconocer a quien hace bien su labor.
A lo mejor por ahí me lo encuentro un día para felicitarlo por su desempeño para con la población en este fin de semana agitado en La Habana.