Pinar del Río, Cuba, 23 dic (RHC) La presencia del pelícano blanco americano se ha tornado tan familiar en el humedal sur del municipio de Los Palacios en la etapa invernal, que ya los lugareños radicados o aventurados por aquella zona, no experimentan asombro al contemplar las bandadas de esos ejemplares, que con su perfección y linaje, imprimen belleza a ese entorno de la provincia occidental de Pinar del Río.

Y es que de octubre a marzo, huyen de las frías temperaturas de Norteamérica y los llegados hasta esa tierra, suelen refugiarse en arrozales, embalses de agua y bosques costeros, donde demuestran estar bien a gusto, según referencias de vecinos, quienes hasta han afirmado avistar de forma permanente una colonia en el lugar.

De acuerdo con los testimonios, cuando deciden retornar a su punto de origen, generalmente en el tercer mes del año, levantan vuelo casi siempre en una formación de fila india, brindando un bonito espectáculo, al contrastar la blancura de su plumaje con el azul del cielo cubano.

A pesar de no ser tan común la presencia en las islas de la especie, de la familia Pelecanidae, ese huésped cubierto de plumaje blanco, excepto en las primarias y secundarias de la alas que son negras, suele permanecer en la laguna de Maspotón, en los cenagales del sur pinareño, lo cual resulta de significación nacional, de acuerdo con el libro Las Aves Acuáticas en los Humedales Cubanos, de los doctores en ciencias Lourdes Mujica y Dennis Denis.

También su presencia se ha detectado en otros puntos del municipio, uno de los mayores productores de arroz en la nación.

Según expertos, su visita durante años al área, aporta al reciclaje de nutrientes a las plantaciones de mangle, arroz y otros cultivos y al flujo cíclico de energía en el entorno.

Se han confirmado colonias de hasta 400 de esos níveos individuos, de buen tamaño, con sus picos amarillos y famosos por la bolsa cutánea bajo su mandíbula inferior, especie de red que le sirve, a esta y otras especies de pelícanos, para pescar o guardar sus alimentos.

Espacios digitales precisan que los pelícanos miden 1,40 metros aproximadamente, pueden pesar alrededor de 3,5 kilos y alimentarse de peces básicamente, aunque complementan su dieta con sapos, ranas, insectos, crustáceos y reptiles pequeños, mientras su esperanza de vida oscila entre 15 a 25 años.

En la dinámica del ecosistema de manglares, lagunas costeras, canales y campos arroceros del humedal sur de Los Palacios, alrededor de un centenar especies de aves fueron identificadas , una de las 28 zonas cubanas de importancia internacional para este grupo de la fauna.

Al igual que el pelícano americano, yaguasas, patos, gallinuelas y otros ejemplares acuáticos, se refugian cada año en la etapa fría en este corredor, donde encuentran alimento seguro y condiciones para su reproducción.

La cifra supera la de otros humedales cubanos, en tanto especialistas destacan lo llamativo del alto valor poblacional del pelícano blanco americano.

Con vista a conservar el humedal, acciones educativas con familias, estudiantes y colectivos laborales cercanos al ecosistema costero se han realizado en el lugar, de una singular belleza paisajística.

Los humedales, son parte importante e inseparable de la riqueza y diversidad biológica del archipiélago, conformada por las diferentes unidades de paisajes que ellos atesoran, como estuarios, costas abiertas, ciénagas, llanuras inundables, matorrales y bosques, así como lagunas, canales y ríos.

De ellos la humanidad obtiene agua dulce para sus necesidades diarias, y más de mil millones de personas en el planeta tienen dependencia directa en actividades como pesca, cultivo de arroz, construcción, elaboración de tejidos, medicina, transporte y turismo, según aducen páginas digitales.

Aumenta su significación, al albergar gran variedad de vida, proteger las costas, ser esponjas naturales contra las inundaciones fluviales y almacén de dióxido de carbono para regular el cambio climático. (Fuente: ACN)