Por: Liz Arianna Bobadilla León
La Habana, 28 feb (RHC) Paisajes paradisíacos, ruinas, historia, cascadas, deportes extremos y fauna exuberante hacen del complejo turístico cubano Las Terrazas una seductora invitación a la aventura.
Ubicada en el corazón de la Sierra del Rosario, Reserva de la Biosfera desde en 1985, Las Terrazas deviene hoy en Paisaje Cultural Monumento Nacional de la República de Cuba, instituido oficialmente por la Comisión Nacional de Monumentos.
El complejo turístico creado en 1994 agrupa varios sitios de interés como una comunidad rural de desarrollo sostenible, inmuebles de cafetales franceses del siglo XIX, ríos, lagos, bosques tropicales entre otros atractivos.
Resultado de la vinculación entre reserva de la biosfera y sus habitantes, el proyecto posee un alto valor histórico, natural y arquitectónico en cinco mil 300 hectáreas de lomas, pertenecientes a la provincia Artemisa, lo cual le ha valido su título como paraje patrimonial.
Asimismo, la declaratoria exalta los diversos sitios que han sido testigos del desarrollo de Cuba, sus luchas y conquistas, como Aranjuez, sede del sexto cuerpo del Ejército Libertador, así como otros inmuebles asociados a la cultura popular (Casa del cantante Polo Montañez), que deben preservarse como patrimonio tangible e inmaterial de dicho paisaje.
Con la ejecución de un plan integral de reforestación mediante un sistema de terrazas, la construcción de carreteras y un pueblo en armonía con el medio ambiente, entre 1968 y 1971, inició el camino de Las Terrazas como centro turístico ecológico de excelencia, reserva y monumento natural.
Actualmente las ganancias del turismo nacional e internacional se invierten en el cuidado del medio ambiente y el mantenimiento del complejo, el cual posee un microclima que debido a las alturas, favorece el desarrollo de la vegetación , similar a otros parajes de la zona como Soroa, ubicado a 17 kilómetros al oeste del lugar.
Los ríos San Juan y el Bayate atraviesan el parque con saltos de agua, así como varios lagos o pocetas devenidos en verdadero espectáculo para los sentidos, en armonía con una comunidad rural cuyas casas y edificaciones fueron diseñadas a manera de escalones siguiendo las ondulaciones del terreno.
Entre los atractivos del lugar destaca el Canopy Tour, primero de su tipo instalado en el país, seguido por el del Valle de Viñales (Pinar del Río), también reserva de biosfera y que consiste en un viaje aéreo deslizándose por cables de acero a lo largo de casi un kilómetro.
Igualmente, resaltan el Hotel Moka, enclavado al pie de la Loma El Salón, el antiguo cafetal francés Buenavista, el cual consta de una casa señorial bien conservada, convertida en restaurante, varios miradores y ruinas de los secaderos y el molino.
En la Sierra del Rosario y en sus alrededores se conservan además la Casa del Lago, instalación recreativa con paseos en botes, kayak o bicicletas acuáticas, el Rancho Curujey, el restaurante rústico la Casa del Campesino y el Jardín Unión.
Bordeando la loma El Taburete, los visitantes pueden descubrir las ruinas de las haciendas cafetaleras San Idelfonso y Content, mientras en la ladera occidental del valle del río San Juan pueden transitar por los senderos La Serafina, Las Delicias y El Terracero.
Por otra parte, resaltan los restos de la finca Santa Catalina a las orillas del rio Bayate, la loma El Taburete a 452 metros de altura, la cual premia en su cima con un memorial a la guerrilla del comandante Che Guevara y una excepcional vista de las costas norte y sur, por estar situada en la parte más estrecha del país.
Como tributo a este complejo turístico, devenido en Monumento de la Nación, tienen lugar varias actividades en la comunidad como la presentación del proyecto Archivo de Las Terrazas, memoria e historia de un Paisaje Cultural y el concierto del cantautor cubano Silvio Rodríguez, el cual rememorará su primer recital en el sitio, en 1968. (Fuente: Prensa Latina)