Por: Mayra Pardillo Gómez *
Sancti Spíritus, 3 abr (RHC) La historia de Cuba está colmada de mujeres valientes, como la heroína que sobresale en el escudo del municipio espirituano de Fomento, quien sin vacilar enfrentó la muerte para defender a la patria y sus seres queridos.
María de la Caridad, a quien todos conocían por Mariquita, procedía de una familia acomodada pues su padre, José Francisco Martínez, era un rico hacendado, comprometido con la causa independentista, según texto del historiador Bárbaro Pérez.
Su madre, Dolores Martínez, se dedicaba a las tareas hogareñas, como era costumbre en la época.
Cuando detonó la Guerra de los Diez Años (1868-1878) en la antigua zona de Las Villas, José Francisco y su hermano, junto a un grupo de patriotas locales, se pronunciaron a favor de la guerra en el entonces Jumento, un pueblecito del centro de Cuba, el 7 de febrero de 1869.
Jumento fue el nombre que tuvo en sus inicios el caserío indígena que dio origen a la población, llamado San Sebastián del Asno o Jumento, y recibió el de Fomento cuando los vecinos del lugar, inconformes, tramitaron el cambio.
El 29 de mayo de 1869 el Capitán General de la Isla de Cuba accedió a variarlo de Jumento por Fomento.
La familia marcha a la manigua
Como ocurrió en otros muchos casos, toda la familia acompañó al jefe insurrecto a la manigua y establecieron campamento en Guayabal Bajo, perteneciente a la hacienda El Ñame, propiedad del padre de María Caridad.
De acuerdo con datos históricos, un esclavo de los que siguió a José Francisco en el alzamiento, tras desertar acudió ante las autoridades españolas y los delató.
El 17 de febrero de 1869, a poco de iniciada la Guerra de los Diez Años, una columna española integrada por el batallón
Isabel II salió del cuartel de infantería con el fin de sorprender y destruir el campamento mambí.
Este antiguo cuartel de infantería fue erigido a esos fines entre 1850 y 1860, y en ese inmueble radica actualmente el Museo Municipal de Fomento.
Sin embargo, los cubanos descubrieron al ejército español y comenzaron el acoso, pero el enemigo desestimó los escasos disparos que podían hacerle y se abalanzó sobre el rancherío, que contaba con pocos hombres y armas para enfrentarlo.
José Francisco y un grupo de valientes intentaron frenar al adversario, dejar el campamento y proteger a los enfermos, mujeres y niños, pero a la primera descarga de fusilería cayó el anciano, luego su hermano, sus hijos y Carlos Martínez, esposo de María de la Caridad.
Posteriormente, incendiaron el lugar y los cadáveres de los cubanos muertos en combate, junto a los que fueron asesinados, quedaron abandonados.
Tres días más tarde y guiados por una tía que sobrevivió a la matanza, fuerzas cubanas, al mando del coronel del Ejército Libertador José Rafael Legón, reconocieron el lugar y enterraron a los héroes.
Las dos hermanas de María de la Caridad, M. Nicolasa y M. Dolores, de 15 y 18 años de edad, respectivamente, fallecerían más tarde, en julio de 1870, víctimas de las privaciones de la guerra.
Solo los hijos de Mariquita -en algunos textos nombrada Cachita- sobrevivieron y uno de ellos, Marianito, dio la versión oficial de los hechos a petición del primer alcalde de Fomento.
Fue entonces cuando se trasladó al escudo del pueblo la heroica batalla librada por su madre en combate por la libertad de Cuba.
María cae en combate
La joven María de la Caridad, al ver la desigual batalla, entregó a sus dos pequeños hijos, Eleucipo y Marianito -de dos y cuatro años de edad, respectivamente?, a Teodora, mestiza que se internó en la manigua y protegió la vida de los niños.
Aseguran que María recogió del suelo el machete de su hermano y resuelta avanzó sobre los asesinos de su familia en un combate que se vislumbraba excesivamente desigual.
Aniquiló de un certero machetazo a un rival y puso fuera de combate a otros, pero estaba rodeada por los españoles y con múltiples heridas. Cayó en la tierra, donde fue ultimada a bayonetazos por los soldados españoles.
Al morir en combate tenía solo 22 años, estaba en avanzado estado de gestación y dejaba a dos niños huérfanos.
Pervive en su memoria
Un mural a la entrada del municipio de Fomento exhibe la imagen de una mujer con un machete en alto y semblante desafiante, que evoca a la heroína.
Desafortunadamente no se conserva ningún testimonio fotográfico de aquella valiente mujer, pero en el escudo municipal se revive la acción.
En el escudo se destaca a la joven, vestida a la usanza de la época, con el pelo negro suelto y el instrumento más temido por los españoles en su mano, el machete, frente a un numeroso grupo de militares que le apuntan con sus armas.
Desde inicios del siglo XX el parque de la ciudad de ese montañoso municipio lleva el nombre de María Caridad Martínez, como recuerdo a quien es símbolo del valor y patriotismo que supieron entregar las mujeres cubanas a la causa independentista.
El escudo de la ciudad oriental de Las Tunas rinde asimismo tributo al espíritu de lucha de la mujer, donde ella tiene su espacio en ese símbolo patrio, al portar además la bandera cubana. (Fuente: Prensa Latina)
*Corresponsal de Prensa Latina en Sancti Spíritus.