Editado por Julio Pérez 2020-05-06 05:55:14
La Habana, 6 may (RHC) Con una voz capaz de poner los pelos de punta, una cubanía inconfundible y un ritmo envuelto en sensualidad, Barbarito Diez destaca hoy en las páginas de la historia de la música en la isla por su virtuosismo y maestría, a un cuarto de siglo de su muerte (6 de mayo de 1995.
Conocido como La Voz del Danzón continúa Barbarito Diaz despertando la curiosidad de investigadores, pasiones de los oyentes y recuerdos en quienes acompañaron su vida con las melodías de este tenor. La década del 30 del siglo pasado acunó el nacimiento de Diez como músico, quien sin formación académica legó interpretaciones que lo.posicionaron en la cima del gusto popular e inmortalizó temas clásicos del pentagrama internacional como Lágrimas negras, Olvido, Juramento, El que siembra su maíz, entre otras. Cantante de amplias facultades vocales, deleitó por 58 años a varias generaciones con piezas de Ernesto Lecuona, Moisés Simons, Eliseo Grenet, Pedro Flores, Rafael Hernández, Miguel Matamoros, entre varios destacados compositores de la nación caribeña. Guitarras, pianos y tambores, acompañaron la voz inconfundible de Barbarito quien grabó gran número de discos de larga duración, ofreció su talento en diversos países y amenizó programas artísticos en cabarets, teatros, radio y televisión. Diversas distinciones dan cuenta de su fecunda labor en aras del enriquecimiento cultural de nuestro pueblo, como el reconocimiento por la Cultura Nacional, las medallas Raúl Gómez García y Alejo Carpentier, la Orden Félix Varela de Primer Grado, así como otros galardones y trofeos, destaca Prensa Latina. Diez aportó originalidad y vigor al danzón, reconocido como Baile Nacional de Cuba y creado por Miguel Faílde en el siglo XIX, con una base instrumental de piano, trompeta, clarinete, flauta, timbales, güiro y claves. El destacado intelectual cubano Miguel Barnet catalogó a Barbarito como una brújula que apunta a la cubanía pues su voz, cual palo de monte, constituye la raíz de cuya savia se nutren los aires de la patria.
(Prensa Latina)