Faros de Cuba
por María Calvo
En cualquier lugar del mundo suelen encontrarse estas bellas construcciones, resistentes al azote del mar, la lluvia y el sol castigador, enclavados muchos de ellos en parajes inaccesibles o sitios paradisíacos.
El Faro es la guía que tiene el marino en el mar, tanto cuando está en calma como en temporal, es la luz que siempre lo conduce a puerto seguro, los faros en Cuba, por ser una isla, son de mucha importancia.
Fueron innumerables las embarcaciones que zozobraron o encallaron en nuestras costas por la falta de faros y señalización marítima que las orientara en su recorrido. El alumbrado de las costas no fue de interés del gobierno de Cuba hasta el Siglo XIX.
Los Faros de Cuba son parte del patrimonio nacional, se encuentran estrechamente ligados a su historia y a la navegación desde los tiempos de la colonia que han perdurado en el tiempo.
Desde mediados del siglo XIX fueron surgiendo a lo largo de la isla tanto en la costa norte como sur. En la actualidad alcanzan una cifra superior a los 30 faros en todo el territorio nacional.
Sería injusto decir que unos faros son más importantes que otros, dado el significado que tienen cada uno de esos gigantes luminosos para los navegantes en cualquier lugar del archipiélago cubano donde se encuentren.
Pero existen varios faros en Cuba que son especialmente significativos por encontrarse en determinados lugares con características geográficas más complejas donde pueden presentarse dificultades para la navegación.
Se destacan los faros del Cabo de San Antonio en Pinar del Rio, el de la Punta de Maisí y Cabo Cruz en Manzanillo.
A pesar de las técnicas modernas de navegación por satélite con la introducción de los sistemas GPS que facilitan la localización rápida y una transportación segura hacia el destino, los faros siguen siendo de gran utilidad.
Proporcionan también seguridad, sobre todo para la navegación nocturna y verifican la posición correcta en la carta de navegación.
Faro Castillo del Morro
Faro del Castillo de los Tres Reyes del Morro en La Habana
Uno de los símbolos más significativos que identifica a los Faros cubanos es el del Castillo de los Tres Reyes del Morro situado a la entrada de la Bahía de La Habana.
Es una de las primeras fortalezas levantadas por los españoles en América . Allí existía una torre de vigía desde donde hace más de cuatrocientos años, hasta el siglo XVIII se encendían grandes fogatas con leña en los peñones de su entrada para orientar el sistema de flotas hacia puerto seguro.
A principios del XIX se instaló una nueva farola de gas y más tarde se comenzó a usar aceite.
Finalmente fue demolido en 1844 y se erigió un nuevo muro de 45 metros de altura sobre el nivel del mar, al cual se le dio el nombre de Faro de O’ Donnell.
En este faro se experimentó un invento que revolucionó la iluminación marítima de aquellos tiempos, un faro giratorio, con tres luces y cinco reflectores que en el intervalo de dos minutos, daban dos destellos de luz y dos eclipses. Sus resplandores se divisaban a 40 millas de distancia.
El mismo conformaba el servicio de alumbrado marítimo de la costa norte de La Mayor de las Antillas, favorecía la navegación por el Canal viejo de Bahamas y ayudaba a las embarcaciones a evitar los arrecifes que se extienden desde Punta Maternillos hasta Cayo Piedras del Norte. También del fanal que socorre a las naves que deben surcar El Paso de los Vientos.
Faro Punta de Maisí
El Faro de Punta de Maisí o de La Concha
Este Faro se encuentra ubicado en el extremo más oriental de Cuba, perteneciente a la provincia de Guantánamo.Se erigió en 1862, y se le llamó de la Concha en honor del Capitán General de la isla, José Gutiérrez de la Concha por ser el promotor de difundir la necesidad del alumbrado marítimo con el montaje de faros en las costas cubanas.
Su alumbrado guía a las embarcaciones que tienen que atravesar el peligroso Paso de los Vientos, estrecho que une al océano Atlántico y al mar Caribe.
El citado Paso de los Vientos es un estrecho de tan solo 80 kilómetros de ancho y 1700 metros de profundidad, se ubica entre Cuba y la isla La Española en la cual se encuentran Haití y República Dominicana.
La altura del faro de La Concha es de 121,9 pies y tiene una potencia de 3790 bujías. Hoy su luz blanca se oculta tres veces seguidas y alterna con un destello simple cada 20 segundos.
Sin embargo la inicial era una mecha, que fue reemplazada por una lámpara de aceite, luego le siguió una de petróleo y presión, en los 70 se situó una luz eléctrica potente y en los 80 fue sustituida por un dispositivo mecánico que emite destellos y gira 240 veces por hora y requiere menos electricidad.
Posee una torre de pared que se levanta 37 metros sobre el nivel del mar y es rematada por el reflector, cuyo alcance es de 27 millas náuticas.
Este gigante no solo guía a las embarcaciones sino también a los aviones que transitan por la región.
Faro Colón
El Faro Colón
Su nombre fue elegido en honor al almirante Cristóbal Colón, se localiza en Punta Maternillos, en Cayo Sabinal, Nuevitas, Camagüey, perteneciente al archipiélago Sabana, Camagüey, región en la cual resulta mucho más estrecho el paso por el Canal Viejo de las Bahamas.
El faro se encuentra a 52,5 metros de altura y 53,5 sobre el nivel del mar, cuenta con una lámpara del 1500 Wat, que emite un destello de luz blanca cada cinco segundos, con un alcance potencial de 38 millas y el real de 19.
Posee una luz auxiliar para emergencias que consiste en una linterna de 300 mm de diámetro, equipada con un dispositivo MM-3 de destello, 6 baterías de 2 volt y 500 A/h, así como una bombilla de 12 volt y 60 Watt.
El acceso al faro es por el pedraplén Sabana-Camagüey que abrió a Cayo Sabinal con sus espectaculares costas mundo, para que sus visitantes que sean amantes del submarinismo puedan encontrar y disfrutar, la barrera coralina donde pueden observarse los antiguos navíos que se hundieron por no contar con un Faro Colón que iluminara sus camino.
Faro Paredón Grande
Faro de Cayo Paredón Grande
Una obra de la ingeniería cubana de altísimo valor que cubre toda la zona central de la isla con su luz, situado al norte de la provincia de Ciego de Ávila.
Se erige sobre un abrupto peñasco al norte del cayo, perteneciente al archipiélago de Jardines del Rey, fue posible gracias al talento único del gran ingeniero cubano Don Francisco de Albear y Lara.
La construcción resulta toda una rareza pues la torre del faro, se alza unida a la antigua vivienda de los torreros y es de una fortaleza tal que no ha sido abatida ni por ciclones ni por otros fenómenos meteorológicos peligrosos.
Es una edificación nada menos que de hierro fundido, de 48 metros de altitud, 156 escalones y 9 956 tornillos.
Con su luz auxilia a los navegantes que se desplazan por el Canal Viejo de las Bahamas, un corredor marítimo internacional de gran importancia.
Su linterna emite tres destellos de luz blanca que parecen relámpagos, se mantienen por quince segundos y alcanzan 36 millas náuticas. Como la mayoría de los faros su iluminación inicial fue con aceite, luego con petróleo y finalmente con electricidad.
Está rodeado por una de las más bellas playas vírgenes de Cayo Paredón Grande y resulta un lugar paradisíaco para observar la naturaleza. Para llegar a él se debe recorrer por un pedraplén de 33 kilómetros realizado sobre el mar.
Faro Roncali
Faro Roncali
Ubicado en el Cabo de San Antonio, en la península de Guanahacabibes en el extremo más del archipiélago cubano, se erige como un mudo testigo de naufragios y del andar por las aguas del Caribe de corsarios y piratas.
Fue construido en 1850, en 1843 la Junta de Fomento inició el expediente para la construcción de la farola, pero no fue hasta cinco años después que el capital general Federico Roncali acogió la idea.
Este faro protege con su luz a los navíos que transitan por las difíciles aguas del extremo más occidental del archipiélago cubano, con sus destellos de luz guía a miles de naves que transitan por las aguas del Mar Caribe y el Golfo de México, próximas a la isla.
Antes de su construcción, los marineros solían guiarse por un enorme árbol de la zona, que por supuesto no era posible ver en la noche resultando alarmantes la cantidad de accidentes en esa región más occidental de Cuba .
Su nombre se debe a que se terminó de construir en el gobierno de Federico Roncali, Conde de Alcoy, quien accedió a que se utilizara su apellido para denominar el faro.
Está situado en un montículo rocoso natural y que se eleva alrededor de unos 10 metros sobre el nivel del mar, la altura del faro es de unos 25 metros desde la base hasta el lugar desde el cual se proyecta el haz de luz que es capaz de llevar la señal al navegante a 18 millas y la frecuencia es de dos destellos cada 10 segundos.
A ese inhóspito sitio de la geografía cubana solo se podía acceder por mar o a pie por caminos intransitables y peligrosos. Por ese motivo los torreros y la guarnición no tenían otra alternativa que trasladarse al lugar en embarcaciones.
En la década del 70 del pasado siglo, se ejecutó una carretera y toda una comunidad destinada a las familias carboneras de Los Cayuelos. Recientemente se inauguró una vía de 63,3 kilómetros con todas las condiciones que permite acceso al Cabo de San Antonio.
Desde la torre del Faro Roncali es posible apreciar todo tipo de ambientes naturales que van desde dientes de perros, farallones, especies endémicas de la flora y la fauna cubanas, solo existentes en la Península de Guanahacabibes, una de las reservas de la biosfera en Cuba.
Es el sitio desde donde se divisa el infinito juntándose con el cielo y el sol en su caída en el mar y desapareciendo con la oscuridad de la noche.
Faro Vargas
El Faro de Cabo Cruz o Faro Vargas
Se encuentra en el extremo sur de Cabo Cruz, la provincia Granma. Tiene de 32 metros de altura, una altitud focal de 34 y proyecta un destello blanco cada 5 segundos.
Fue edificado en 1871, inicialmente se le llamó Faro Vargas, en honor al brigadier Carlos de Vargas Machuca, comandante del Departamento Oriental en la época.
Cabo Cruz es el punto por donde el mar caribe entra al Golfo de Guacanayabo, sitio en extremo peligroso para navegar debido a la presencia de arrecifes coralinos.
La torre posee escaleras de 155 peldaños en forma caracol que llegan hasta la cúpula. La Casa del Farero tiene un solo piso con planta cuadrada, paredes de mampostería y el techo de tejas criollas. Tiene más de 15 habitaciones que se despliegan alrededor de un patio interior y se comunican a través de un corredor en forma de O.
Inicialmente la lámpara era de aceite de oliva. Hoy, la cúpula del faro está hecha de acero níquel y equipada con una óptica francesa que funciona a partir de un sistema de cuerda, y un bombillo, cuyo alcance lumínico de 36 millas náuticas y el geográfico de 17 millas de distancia.
Faro Punta Lucrecia
Faro de Punta Lucrecia
Por coincidencia histórica, el faro de Cabo Lucrecia se inauguró el mismo día que Carlos Manuel de Céspedes comenzó los 100 años de lucha en su ingenio La Damajagua.
Es uno de los cien faros más importantes del mundo por su singular posición geográfica, en el extremo más saliente entre las bahías del Naranjo y la de Nipe.
Localizado en la costa norte de Holguín, protege a los navíos que surcan las aguas de la costa nororiental de la isla.
Está rodeado de escasa profundidad y por arrecifes que hacen de ella un sitio prácticamente inaccesible incluso para las embarcaciones pequeñas.
Una escalera de caracol de 168 escalones conduce a la cámara de iluminación, dotada de una moderna tecnología que lleva la luz a 42 millas de distancia.
Su interior posee un patio rodeado por un pórtico cubierto, que permite acceder a las viviendas y a una peculiar habitación muy interesante, en la cual se preservan con celo fotografías, objetos y documentos relacionados con este faro. (Recopilación de Internet)