Bayamo, 16 ago (RHC) La Estación Experimental para la Repoblación Forestal de la Sierra Maestra, en Guisa es objeto de una reparación capital que se espera concluya como saludo al aniversario 50 de su inauguración el próximo 14 de noviembre.
El director de la instalación, William Santos Chacón, dio a conocer que concluyó el remozamiento de los techos, columnas, paredes y pisos de la Casa del Investigador, el laboratorio de certificación de semillas y extracción de extractos de activos de plantas, la xiloteca(*), la biblioteca y el conjunto de galerías de la parte posterior.
Solo queda en ejecución la restauración del área socio administrativa, en la que se labora con intensidad para finalizarla en la fecha antes señalada.
La estación, declarada una de las siete maravillas de la arquitectura en la provincia oriental de Granma, surge como resultado del Proyecto FAO Cuba-3 y forma parte de la red de estaciones del actual Instituto de Investigaciones Forestales (IIF) de Cuba.
Está compuesta por núcleos funcionales articulados a partir de extendidas galerías y patios interiores, en los que se encuentran las áreas de servicio, parqueo, administración, laboratorio, biblioteca-xiloteca y casa de visitas.
Su misión consiste en proveer la base científica y técnica para las cadenas productivas forestales, de café, cacao, coco y otros cultivos, con énfasis en el mejoramiento genético, la conservación del entorno y la adaptación a zonas de montaña, de lo cual se encargan sus más de 100 trabajadores.
En cumplimiento de ese encargo, realiza investigaciones y lleva adelante con éxito dos proyectos de colaboración, uno con una organización italiana y el otro con el gobierno vietnamita; este último, además de tecnología ha introducido material genético de alto rendimiento, en el café, que elevan de manera notable la productividad de la variedad robusta.
El original inmueble se encuentra a la salida de la ciudad de Guisa, en un costado de la carretera a Victorino, en la ribera de uno de los afluentes que dan origen al arroyo Cupaynicú, en la pre cordillera norte de la Sierra Maestra, a 230 metros sobre el nivel del mar.
Su proyectista fue el arquitecto Walter Betancourt a partir de un sstema constructivo tradicional y orgánico.
En un terreno montañoso, siguiendo los cánones del organicismo se instala como un todo, adaptándose a las pendientes como si saliera de la entraña misma de la tierra, primera condición de sencillez que establece que “el edificio ame al suelo sobre el que se levanta”, pero también como una relación integral con el entorno.
Por esas razones, en 2006 fue declarada por la Unión de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (Unaicc), en Granma, como una de las siete maravillas de la arquitectura en dicha provincia.
La propuesta la hizo el matrimonio formado por Fernando Lominchar Álvarez y Xiomara Silva Duque de Estrada, ganadores del concurso realizado con ese fin por la Unaicc.
Las otras seis maravillas de la arquitectura en Granma son: Capilla Nuestra Señora de los Dolores, anexa a la catedral San Salvador de Bayamo; sala Teatro José Joaquín Palma; vivienda conocida por ALONPLA, en la ciudad de Bayamo; Teatro Manzanillo y la glorieta morisca, en la Ciudad del golfo de Guacanayabo; y el hotel Farallón del Caribe, en Pilón.
(*)Una xiloteca es una colección de maderas (xylos = madera). Es en las xilotecas en donde, en mayor o menor escala, están representada la propia flora de un país, así como también ejemplares de otras regiones del mundo. (Fuente: Periódico La Demajagua)