Hotel Manzana
Una muy interesante cuatro esquinas de La Habana aparece hoy en primeros planos del turismo mediante el lujoso Gran Hotel Manzana Kempinski, abarcador de un espacio con mucha historia.
Como impresionante monumento al comercio en esta capital, ahora esa construcción de fachadas herméticas y vista al Parque Central, parece rescatar una segunda oportunidad de dicho escenario.
El hotel se encuentra en un lugar sumamente populoso de la capital cubana, cerca del Museo Nacional de Bellas Artes en su colección universal, y de muchos otros lugares y establecimientos de amplia valía.
La Manzana de Gómez
Las cuatro esquinas mencionadas se corresponden con un nombre que aún está en boca de los habaneros, la Manzana de Gómez, con más de 100 años de existencia y referencia en su momento del comercio capitalino.
El edificio de manera original, y el hotel ahora, se ubica en las calles San Rafael y Neptuno, y Monserrate y Zulueta, y en sus inicios ocupó solamente una planta, con galerías cubiertas hasta 1918 que se le añaden cuatro niveles, y para facilitar los accesos le colocaron ocho ascensores.
En total llevó 560 cubículos que se emplearon en oficinas y otras instancias como las academias comerciales Pittman, ubicadas en el segundo nivel, y la Gregg en el quinto, con alumnos en busca de prepararse en métodos de taquigrafía y mecanografía.
En uno de esos espacios del edificio estuvo la Institución Iberoamericana de Cultura presidida por el sabio cubano Fernando Ortiz (1881-1969), además de representaciones consulares y diplomáticas.
Otra de las delegaciones en el lugar correspondía al ambiente legal, con notarias y bufetes, y al mundo literario y periodístico con la oficina de la revista Show, liderada por Carlos M. Palma, que en su tiempo llevaba amplia circulación en Cuba y parte del extranjero.
Los detalles de historiadores insisten en que desde 1832 las tiendas acapararon las calles habaneras de Muralla y Oficios, junto a otras arterias, y muchas personas preferían los paseos vinculados con los comercios, sobre todo las mujeres para regresar a casa con algún paquete de su preferencia.
Todo parece indicar que la primera de las tiendas que aparecieron en el lugar fue una peletería que se abre en la parte de San Rafael nombrada La Exposición y en Zulueta otra muy conocida resultó El Lazo de Oro.
LA Manzana de Gómez en la última década de 1800
Las notas del momento señalan que Julián de Zulueta y Amondo, Marqués de Álava, comenzó la construcción del inmueble y para ello solicitó los esfuerzos del arquitecto español Pedro Tomé Verecruisse.
Sin embargo, el edificio quedó durante muchos años incompletos, y finalmente lo terminaría la familia Gómez Mena.
La Manzana por tanto tuvo el banco de esa cuna y las oficinas de su compañía azucarera, por la que fueron sumamente conocidos en este país, con tres centrales en la propia provincia de La Habana y otro en Las Villas, en la actualidad Villa Clara.
Como nota curiosa, dos integrantes de esa familia fueron atacados en su propio edificio y el 29 de enero de 1951 José Gómez Mena murió a tiros cuando subía por la puerta de Zulueta.
Los historiadores certifican, además, que 34 años antes, el 11 de enero de 1917, muy próximo a ese mismo lugar, su hermano Andrés también resultó agredido y muerto por el relojero catalán Fernando Reugart.
Julián de Zulueta edificó la Manzana hasta el primer piso en una obra que comenzó sus labores en 1890.
A esa mole se le deparó un amplio sótano para aprovechar los fosos de la Muralla de La Habana que había sido destruida años atrás.
Fue Andrés quien acabó esa primera planta y, además, edificó dos teatros en los altos, el Politeama Grande y el Politeama Pequeño, que tuvieron muy poco tiempo de existencia, de ahí que casi nadie les recuerde en crónica alguna.
Para 1918 llegó la ampliación definitiva, los ascensores mencionados y los 560 departamentos con pasillos y portales por donde diariamente pasaban alrededor de 25 mil personas.
Manzana que granjeaba a la familia propietaria unos mil pesos diarios, toda una fortuna para su momento.
Todavía muchas personas recuerdan la sombrerería El Lazo de Oro y El Louvre, y grandes carteles que llamaban a la compra como: Agencia de los mejores fabricantes de sombreros, Vean nuestros equipajes, o en inglés Shoes and hats store, que atraían al mejor postor.
Gran Hotel Manzana
La Manzana de Gómez, reinaugurada en 2017 como Gran Hotel Manzana Kempinski, es un edificio que se enseñorea en la ciudad capital.
Ubicado en los límites del municipio Habana Vieja, colinda con importantes sitios como el Parque Central, el Museo de Bellas Artes, el Hotel Parque Central, el Bar El Floridita, la Calle Obispo, el Hotel Plaza y el Centro Comercial Harry Brothers, o el antiquísimo Hotel Inglaterra.
Tal impresionante establecimiento ayuda al colorido turístico de La Habana, con una amplia variedad de comercios y oficinas resurgidas de la modernidad, y la recuperación del brillo de antaño. (Tomado de PL)