Por: Luz María Martínez Zelada
El hotel Santa Clara Libre cumple 62 años de inaugurado el próximo día 22, centro dedicado al servicio turístico de una alta carga simbólica en su privilegiada posición, en una de las esquinas del centro histórico de la ciudad cabecera de Villa Clara.
En la década del 50 de la última centuria, un rico propietario decidió realizar un hotel de 11 niveles, el más alto de Cuba entonces, fuera de la capital.
El proyecto encontró una manifiesta negativa de la comisión de urbanismo del ayuntamiento, porque el diseño arquitectónico, de líneas modernas, rompía con la armonía del contexto de inmuebles de estilo ecléctico de los siglos XIX y principios del XX.
Pudo más el poder financiero del futuro dueño que los argumentos a favor de la armonía del contexto, por lo cual se levantó en el lugar el denominado Gran Hotel, utilizado otrora, además de hospedaje, como asiento de oficinas de los más disímiles negocios y una emisora de radio.
El 22 de abril de 1954 abrió sus puertas el flamante edificio, convertido, desde entonces, en uno de los símbolos de Santa Clara, recogido en fotos, postales y obras de artistas de la plástica.
Un papel decisivo jugó la instalación durante la batalla de Santa Clara, protagonizada por tropas del Ejército Rebelde comandadas por Ernesto Guevara, contra la tiranía de Fulgencio Batista, en diciembre de 1958, épica acción de la cual, aún se guardan impactos de bala en la fachada del inmueble.
Personalidades de la política, las artes y las ciencias se hospedaron en el establecimiento y se conserva el ambiente que encontró Fidel Castro, líder de la Revolución Cubana, en la habitación 414, donde pernoctó a principios de la década del 60, de la última centuria.
Lola Flores, Los Chavales de España, el Ballet Nacional de Cuba y su prima ballerina Alicia Alonso, Bola de Nieve y Rodrigo Prats, entre otros notables de la cultura, fueron huéspedes del hotel, que cambió su nombre por Santa Clara Libre, después del triunfo revolucionario.