Pese al favorable comportamiento de las lluvias en mayo último, la sequía persiste hoy en esta provincia, una de las más afectadas por ese fenómeno meteorológico en Cuba y cuya población sufre restricciones del líquido.

Janet Triana, delegada del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) en el territorio, informó que el quinto mes del año resultó el tercero de mejor registro de precipitaciones en la última década, con lo cual el llenado de la capacidad de embalse se elevó en un 10 por ciento en relación con abril.

Con un 37 por ciento de la potencialidad de las 11 presas santiagueras, hay una mejoría para aplicar variantes de distribución acordes con esa posibilidad, apuntó Triana, quien resaltó el retorno a la explotación de Parada, un embalse que se hallaba fuera de uso desde finales del 2015 por agotamiento de su caudal.

De acuerdo con la inestable ocurrencia de las lluvias y la tendencia a cada vez más prolongados e intensos períodos de sequía, se acometen en la provincia inversiones que contribuirán a aliviar esos efectos con nuevos trasvases y pozos para acercar los volúmenes hídricos al consumo estatal y residencial.

Una de las obras mayores es la planta desalinizadora que se levanta en Boca de Cabañas, en el litoral santiaguero, para aprovechar el agua de mar, una solución costosa pero efectiva que garantizará una parte de la cobertura a la ciudad.

Una reciente nota del INRH indicó un incremento de 30 millones de metros cúbicos de agua embalsada en esta provincia hasta los primeros días del presente mes, cuando en las demarcaciones occidentales de Pinar del Río, Artemisa, La Habana e Isla de la Juventud se reportaron significativos acumulados de lluvias.

No obstante esos registros halagüeños, en esta porción de la geografía cubana no han ocurrido lluvias en estos días iniciales de junio.

tomado de PL