Foto: Diario Occidente.
La monja francesa Lucile Randon, conocida como la hermana André, es la persona más longeva de Europa. Este jueves cumplirá 117 años después de haber superado la COVID-19, enfermedad que le fue diagnosticada el pasado 16 de enero, en la residencia de mayores Sainte-Catherine-Labouré, en la ciudad de Toulon, al sur de Francia, donde vive desde 2009.
Al contrario que otros residentes de su centro, de los que 10 fallecieron a causa del coronavirus, Randon dio positivo pero no experimentó ningún síntoma en ningún momento. Fue puesta en estricta cuarentena en su habitación hasta que los médicos certificaron su completa recuperación y recibió el alta médica.
Tras recibir la noticia de que ya había pasado la infección, la monja declaró a medios locales: "Ni siquiera me di cuenta de que tenía el virus", y agregó que durante el confinamiento en su alcoba la soledad le pesaba terriblemente.
Una larga vida: hijos, nietos, bisnietos y dos guerras mundiales
Lucile Randon se ordenó monja a una edad tardía, a los 40 años, después de haberse convertido al catolicismo a los 19. Antes de su ingreso en la vida religiosa había tenido hijos, actualmente también tiene nietos e, incluso, ocho bisnietos.
Nació en Alès, en el departamento francés de Gard, el 11 de febrero de 1904 y fue profesora e institutriz de hijos de familias acomodadas. Ha vivido las dos guerras mundiales, aunque tan solo era una niña cuando estalló la primera. Además, la de ahora no es la primera pandemia a la que se enfrenta, pues ya superó la gripe española de 1918.
La hermana André se convirtió en la francesa más longeva de todos los tiempos el 25 de marzo de 2019, en la persona más longeva de Europa el 18 de junio del mismo año y actualmente está considerada como la 'vicedecana' de la humanidad desde el 11 de febrero del 2020, tan solo por detrás de la japonesa Kane Tanaka, que nació el 2 de enero de 1903, trece meses antes que Lucile Randon. (Tomado de RT).