Nacido en Bombay y con residencia en Londres desde la década de 1970, Anish Kappor, prepara su primer unipersonal en Cuba, un país al que considera como uno de los más ifluyentes en el mundo.

A solo unas horas de su llegada a La Habana, el artista recorre en seguidas ocasiones lo que fuera el antiguo cine Águila de Oro, en una de las locaciones más populosas de la urbe, y que hoy se abre bajo el signo de Arte Continua.

'Cuba es un pequeño país y su población es igual de pequeña, pero su influencia en el mundo es enorme, mucho mayor de lo que puede representar geográficamente' -significó a Prensa Latina.

'Ello está dado no solo por su historia política e intelectual, también por una cultura estética muy fuerte; especialmente en los tiempos que corren -de cambios o no, no lo sé- se siente aquí el deseo de dar, de ofrecer y como artista es importante ser parte de eso', remarcó

Kapoor recordó sus anteriores visitas a la nación caribeña, la primera vez hace 20 años, durante la primera bienal y luego, el pasado año, invitado por Arte Continua para la última de esas aventuras artísticas.

'Ahora me acogí a la posibilidad que me dio Arte Continua y en especial de Lorenzo Fiaschi, cuyo espíritu lo llevó crear un espacio sin ambiciones comerciales y dedicado a la apreciación artística; me gusta formar parte de ello y sobre todo no veo el momento para regresar a Cuba, puesto que en el país se encuentran las cosas que están faltando en el mundo, en ese mundo terrible en que vivimos', confesó.

Cinco piezas ocuparán desde el sábado próximo el trastocado entorno galerístico, dos de ellas creaciones monumentales presentadas con anterioridad en otras partes del planeta, pero sin alcanzar las dimensiones de las armadas para La Habana.

Como si aludiese al asunto más terrenal, Kapoor señala las piezas aún por terminar y explica que 'todo lo que está, también no está', como resultado de su afán por recrear la relación entre lo pleno y lo vacío.

'La exhibición completa está enfocada en mostrar lo que es real y lo que no, Creo que de alguna manera todos vivimos un mundo de ficciones, de todo tipo de ficciones: entre personas, políticas; quizá la vida misma sea una ilusión', dijo.