por Roberto Morejón

Organizado, con participantes disciplinados, pero enérgicos, se desarrolla en escuelas cubanas un movimiento para rechazar nuevos intentos de subversión, provenientes de Estados Unidos.

En planteles de altos estudios y la enseñanza media superior se reportan reuniones convocadas por la Federación Estudiantil Universitaria y de la Enseñanza Media para denunciar un “caritativo“ plan de becas del país norteño, dirigido a jóvenes cubanos.

Líderes colegiales y alumnos en general buscaron antecedentes y discuten ahora sobre los reales objetivos del “magnánimo” proyecto de una entidad presentada como una inocua Organización No Gubernamental.

Se trata de World Learning, con un pasado tortuoso porque estuvo vinculada a los Cuerpos de Paz y representa una nueva adaptación del grupo internacional Delphi.

Esa colectividad, nada inocente, aplicó siniestros procedimientos desestabilizadores por cuenta de la CIA, Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.

Estudiantes cubanos destacaron la vinculación del grupo Delphi con la USAID, siglas en inglés de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Expulsada de algunos países, entre ellos Bolivia, la USAID tejió una trayectoria injerencista en todo el mundo, en especial en América Latina, y Cuba no es la excepción.

La USAID estuvo detrás del plan bautizado con el nombre Zunzuneo, denunciado aquí por buscar a través de medios electrónicos, como teléfonos móviles, cautivar a jóvenes cubanos con mensajes seductores.

La intención era captar a presuntos “activistas” dispuestos a recibir entrenamiento y transformarse en guías de opinión para sembrar la confusión en las nuevas generaciones.

Zunzuneo pretendía atraer a los de menos edad hacia ideas capitalistas y cercenar la unidad política defendida por el gobierno y la mayoría de la sociedad cubana.

Ahora, World Learning inunda los buzones de correo electrónico para ofrecer becas con el anzuelo de pagar todos los gastos y adiestrar a posibles incautos en los métodos más sofisticados, sin armas, con vistas a promover el cambio de régimen en Cuba.

Oradores estudiantiles insistieron en que las organizaciones que los representan no están en contra de intercambios para la superación, pero deben respetarse las instituciones establecidas y las leyes locales.

En Cuba se forman decenas de miles de jóvenes de otras naciones sin que nadie interfiera en sus ideas, y después de calificarse en profesiones y oficios regresan a sus países a servir como ciudadanos útiles.

Esa experiencia positiva les sirve a los jóvenes cubanos para contrastar con propuestas sospechosas recibidas de World Learning.