por María Josefina Arce

Para el presidente de Bolivia, Evo Morales, no solo el ser humano tiene derechos políticos, económicos y sociales, sino también la Madre Tierra, los cuales deben ser tenidos en cuenta para su preservación. De ahí que buscar el equilibrio entre el hombre y la naturaleza haya sido una constante de su gobierno.

Una de sus primeras medidas como presidente en el 2006 fue la nacionalización de los hidrocarburos, lo que además de posibilitar que los beneficios fueran para el pueblo y ayudaran al desarrollo del país, permitía explotarlos de una forma racional, sin dañar el entorno.

Tres años después sería aprobada la nueva constitución de la nación andina, donde ocupa un lugar especial la protección del medio ambiente. En la cuarta parte del importante documento se establece que es deber del Estado y de la población conservar, proteger y aprovechar de manera sustentable los recursos naturales y la biodiversidad, así como mantener el equilibrio del medio ambiente.

Asimismo plantea que la población tiene derecho a la participación en la gestión ambiental, a ser consultada e informada previamente sobre decisiones que pudieran afectar a la calidad del entorno.

En el 2012 se promulgaría la Ley de la Madre Tierra, que establece derechos de la tierra, su uso racional y la preservación y conservación de los recursos naturales.

Esta legislación, afirman las autoridades, está en sintonía con la política del Vivir Bien que desarrolla el gobierno y alejada de acciones que ven sólo con intereses económicos el cuidado del medio ambiente.

Mediante esta normativa el Estado tomó el control de sus reservas medio ambientales para aprovecharlas bajo el principio del equilibrio entre el desarrollo y el respeto y protección del medio ambiente.

Entre otras acciones desplegadas por el gobierno está asimismo, la siembra de millones de árboles para recuperar los suelos, al igual que la flora nativa, sobre todo las especies maderables que brindan oportunidades económicas a las poblaciones en distintas zonas.

Es objetivo de Bolivia cumplir con los compromisos internacionales relativos a la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 de Naciones Unidas y aumentar las áreas boscosas en más de 4,5 millones de hectáreas.

En los últimos días el gobierno que preside Evo Morales se ha trazado como meta desarrollar la energía hidroeléctrica para reducir en un 80 por ciento las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

El ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, afirmó que la cartera de proyectos hidroeléctricos permitirá para el 2025 reducir las emisiones de ese gas de efecto invernadero en más de 40 millones de toneladas.

Recordó que esta política se enmarca en la legislación ambiental existente como la Constitución Política, la Ley de los Derechos de la Madre Tierra, la Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral Para Vivir Bien, la Ley del Medio Ambiente, su reglamentación y normas conexas y sectoriales.

Bolivia ha apostado por una política a favor del medio ambiente, fundamentada en la sabiduría de sus pueblos ancestrales que con cuidado y suma veneración por la Madre Tierra supieron emplear sus recursos para su beneficio.