por Roberto Morejón

La reciente visita a Cuba del presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, acelerará el acercamiento entre los dos países y acentuó la línea hacia mayores vínculos entre el archipiélago caribeño y el Viejo Continente, sobre la base del respeto mutuo.

Irlanda es un país soberano de cuatro millones y medio de habitantes que ocupa la mayor parte de la isla homónima y su capital es Dublín.

Si bien Irlanda se situó entre los países de mayor prosperidad en términos de renta per cápita, en 2008 comenzó una etapa de convulsión financiera sin precedentes que, unida a la crisis global, puso trabas a los progresos.

Higgins, quien también visitó Perú y Colombia, aboga por proyectar a su país hacia naciones fuera de Europa.

Durante su permanencia en La Habana subrayó el buen estado de las relaciones con Cuba y el potencial para el intercambio económico y la cooperación.

En lo que constituyó la primera visita de un presidente irlandés a Cuba, el estadista elogió el fomento de los lazos culturales, entre los que destaca la presencia de intelectuales de la nación europea en la Feria Internacional del libro de La Habana.

Higgins se manifestó aquí como un apasionado de la historia y la cultura, evocó el pasado de ambos países en sus afanes libertarios y contra el yugo colonial y elogió los sistemas gratuitos de enseñanza y salud en Cuba.

Precisamente, en estas áreas se concentra la relación bilateral, pues tres universidades irlandesas tienen acuerdos con instituciones cubanas.

Destaca el proyecto de diagnóstico en virología entre el habanero Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri y la Universidad de Dublín que permitió el acondicionamiento de un laboratorio con tecnología de avanzada para la preparación del personal médico.

El presidente irlandés, Michael D. Higgins, llamó la atención aquí al exhortar a la creación de lo que denominó una universalidad a través de un modelo de cooperación basado en el respeto por la historia y que permita crear puentes entre las naciones.

Amparado en el Acuerdo Político y de Cooperación entre la Unión Europea y la nación caribeña para normalizar relaciones firmado en diciembre pasado, el Jefe de Estado de Irlanda considera posible el aumento de los nexos con Cuba.

La mayor de las Antillas también valora positivamente ese acuerdo porque por primera vez las relaciones entre las partes se amparan en bases recíprocas, respetuosas y ventajosas para el desarrollo del diálogo, la cooperación y el comercio.

Como se recordará, el documento prevé un intercambio político y comercial más intenso al perfilarse estrategias globales para complementar los arreglos por separado entre Cuba e integrantes del bloque.